Número 7

20 bos actores. Los zapatistas, por un lado, se integraban en el imaginario anarquista, no solo en el contexto na - cional, sino en aquellos lectores internacionales que seguían de cerca los avances de su lucha, y para los libertarios, el zapatismo representaba el ejemplo más claro de que la tan anhelada re- volución social era una realidad tangible. Así, la emancipación de los indígenas de Morelos, más allá del liderazgo zapatista se pre - sentó en el imaginario anarquis- ta como la realización de la tan anhelada “revolución social”, predicada desde su surgimiento por sus principales líderes. Presencias anarquistas en Morelos El imaginario anarquista envis - tió a las comunidades morelen - ses que estaban bajo el dominio zapatista de un halo de pureza, que ellos mismos denomina- ron “comunismo anarquista”. Las relaciones del PLM con el dirigente del movimiento revo - lucionario del sur fueron am - pliamente documentadas en las páginas de Regeneración . En dichos documentos, los em - bajadores anarquistas decían haber visitado Morelos y con - templado personalmente los resultados de la realización de los ideales zapatistas. De acuerdo con el testimo - nio de Ricardo Flores Magón, en 1915, Antonio de Pío Araujo, uno de los más importantes militan - tes del PLM, viajó al estado de Morelos para entrevistarse con Zapata, cuya crónica resulta por demás interesante: Las conferencias entre Zapata y Araujo tu - vieron lugar a fines de febrero de este año en la Hacienda de San Juan Chinameca, Es - tado de Morelos. Desde las ventanas de la Regeneración, 4a época, número 100

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