Número 7

36 que hoy conocemos: le crecieron naves laterales, cuerpos de torre, remozamiento de los claustros, adaptaciones para obispado, segregaciones como la del antiguo hospital y hasta un nuevo nivel en el lado poniente del claustro; y todavía siguen las actualizaciones del edificio de acuerdo a las necesi - dades del momento. Entre los acontecimientos que llamaron la atención fue la caída del cuerpo supe - rior de la torre el 19 de Julio de 1882, por efecto de un sismo que destruyó el remate y en septiembre el cura D. Vicente Salinas lo restituyó. Pero ha sido el atrio que más deformaciones ha tenido al perder las capillas posas de sus esquinas, según el esquema monástico del siglo XVI, y don - de, después, le fueron construidas las capillas de Dolores, La Tercera Orden y el Carmen, mientras la actual calle Morelos le seccionaba una parte con- siderable; algunos espacios se perdieron definitiva - mente, como fue el caso del obispado, el colegio del obispo Plancarte, su observatorio hoy conver - tido en un museo privado y finalmente al término del conflicto cristero, los grupos norteños de poder, venidos a Cuernavaca, se asentaron en Cuernavaca donde estaba la huerta del monasterio. Conforme a las primeras disposiciones de evan - gelizar la región, los frailes atendían desde este monasterio, las siguientes visitas: Acatlipac, Panchi - malco, Xochitepec, Alpuyeca, Coatetelco, Miacat - lán, Mazatepec, san Francisco Amacuzac, Tlatenchi, Xoxotla, Huitzilac, Tlaltenago y Tetelpa. 11 Más tarde, algunas de estas visitas evolucionaron como monas - terios para mejorar la atención que daban los frailes a las poblaciones sujetas. La capilla abierta de San José “larga y hermosa capilla de Cuernavaca puede ser la más vieja capi - lla. 12 . Después de haber sido demolida la capilla de 11  GOMEZ OROZCO 1943,56 12  MC ANDREW,1965,443 San José de los naturales de México. Kubler 13 dice que muchos frailes ancianos murieron en este con - vento, lo que podía significar que por la benignidad de su clima fuera, además, lugar de retiro para ancia - nos e inválidos de la Orden. En 1585, el controvertido comisario de los do - minicos, Ponce, llegó a Cuernavaca y así encontró el convento: “Nuestro convento está acabado, con su iglesia, claustro, dormitorios y huerta, en la cual hay los árboles sobredichos (naranjas, limas, limones y ci - dras; granadas, plátanos, guayabas, dátiles, jengibre, melones y otras frutas y raíces de la tierra caliente; milpas heredadas de caña) y algunos cañafístolas, y hay en ella copia de agua para regarlos todos 14 ” . “En aquel monasterio están enterrados dos religiosos que vivieron y murieron con nom - bre de siervos de Dios: el uno se llama fray Francisco Cimbrón, sacerdote de la provincia de la Concepción, y el otro fray Herrando de Leva, venido de la provincia de Burgos”. 15 Cuernavaca, como sucedió con algunas pobla - ciones de paso, reorganizó su antigua traza urbana, sobre el crucero de los caminos que llegaban por el puente de Amanalco hacia san Antón y el que venia de norte a sur por encima de la loma, comenzando a levantar un hospital frente al convento. La plaza junto al antiguo edificio de la autoridad civil donde el Conquistador construyó casa y ocho ermitas en asentamientos probablemente antiguos: la de San - ta Catalina en la plaza, el Calvario en dios Piltzint - li, san Juan evangelista al norte, san Antonio y san Miguel al poniente, san Francisco, san Pablo y Jeru - salén al sur. 16 Más tarde, el territorio evangelizado fue dividido en cinco parcialidades: dos al norte y 13  (1984,565) 14  ANTONIO DE CIUDAD REAL 1976,I/123 15  IBIDEM 16  VETANCOURT 1971,59

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