Número 7
43 otros monasterios a obras previas a la construcción definitiva del monasterio. En la historia A mediados del siglo XVI Tlaquiltenago tenía 4,049 tributarios que pagaban al Marqués un tributo de 40 pesos e igual cantidad a su encomendero; el número de tributarios es considerable y seguramente relacio - nado con las dimensiones del monasterio. “Don Alvaro Manrique de Zúñiga, Marqués de Villamanrique, Virrey lugarteniente de Su Majestad y Gobernador y Capitán General de la Nueva España, Presidente de la Audiencia y Cancillería Real que en ella reside, dicha por cuanto en cumplimiento de una Real Cédula de Su Majestad fechada en la puente del arzobispo a 19 de marzo de 1583 en que por ella Su Majestad manda restituir a los indios de Tlaquiltena - go sujetos de Cuernavaca la casa y monasterio del dicho pueblo con todas sus visitas y sujetos para que los religiosos de San Francisco les administren en ella doctrina como en los años pasados solía hacerlo... 28 ”. De esta manera se conoce el monasterio, mediante el pleito que tienen los franciscanos con los domini - cos, porque los primeros habían golpeado un cura secular; entonces el monasterio pasó a manos de los segundos. El Marqués logra que les devuelvan el mo - nasterio, pero en 1586 lo pierden definitivamente. Esto sucede por pleito que tienen Cortés y los frailes contra la Corona y los administradores colo - niales. Como tributario de Cuernavaca, en 1532, Cor - tés lo incluye en la Relación de los pueblos que le pertenecen y pone cría de animales que son vigila - dos desde El Rollo, construcción que todavía existe; pone también cría de moreras. Los conflictos entre Cortes y la Corona se recru - decen y los franciscanos son despojados de su mo - nasterio en Tlaquiltenango, entonces fundan otro, 28 A.G.N., RAMO HOSPITAL DE JESUS, Vol.59, exp.12 más pequeño y a corta distancia, en el pueblo de Temimilcingo, donde ya tenían una capilla de indios, visita del monasterio de Cuernavaca. Entre tanto los dominicos, posesionados del mo - nasterio, vigilan el corredor que iba de las minas de Huautla hacia la metrópoli para asegurar la influen - cia de los minerales a la capital de la Nueva Espa - ña y luego a la Corona y refuerzan el surgimiento de Cuautla como ciudad realenga, sustituta de la otrora importante cabecera tributaria de Oaxtepec, inclui - da en la merced de Cortés. Tradiciones. El papel de vigilantes de la fe se ve reflejado las esce - nas de la pintura mural y en la suerte que estas han tenido; el conflicto con los franciscanos por la meto - dología de evangelización: los franciscanos aceptan a los indios como sujetos de la corona y los domi - nicanos los ven como sujetos de la fe, se materiali - za en la pugna por la posesión del monasterio. Los cuerpos momificados de los religiosos o cofrades del monasterio indican, tal vez la fuerte presencia de las haciendas de la región. En la historia El conjunto ha tenido diversas intervenciones, algunas demaquillaje otras necesarias a su conservación; es im - prescindible su visita a pesar del descuido de la conser - vación de un conjunto monástico de gran importancia;. MONASTERIO FRANCISCANO DE SAN JUAN EVANGELISTA DE XOCHITEPEC Delante del actual balneario de Temixco hay un des - viación a mano izquierda que después de dos kiló - metros llega a Xochitepec, allí se encontraba este monasterio. Hoy solo existe en la tradición que ates - tiguan los restos de un corredor y de unas construc - ciones en la parte posterior de templo que, aunque modificado, aún se conserva.
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