Número 7
9 ideológica, como ocurre en México y Colombia, de “la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo” 7 . 7 El libro de Marcelo Colussi: El narcotráfico: una arma del imperio (Ediciones electrónicas de Argenpress, 2010), re- sulta imprescindible para el análisis sobre el tema en el ám- bito planetario y, en particular, para la comprensión de la trágica situación que vive actualmente México. Consideran- do su trabajo como un aporte a un campo donde hay dema- siada mentira, el autor sostiene que alrededor del narcotrá- fico hay una versión oficial, manejada incansablemente por los medios de comunicación masiva, y una realidad oculta. Observando la magnitud descomunal del negocio de drogas ilícitas, afirma que el circuito comercial mueve unos 800 mil millones de dólares anuales, por arriba de la venta de petró- leo pero por debajo de la de armas, que sigue siendo el mer- cado más redituable en todo el mundo. La hipótesis principal de Colussi radica en plantear que el poder hegemónico lide- rado por Estados Unidos ha encontrado en este nuevo cam- po de batalla un terreno fértil para prolongar y readecuar su estrategia de control universal. “Como lo ha encontrado también con el llamado ‘terrorismo’, nueva ‘plaga bíblica’ que ha posibilitado la nueva estrategia imperial de dominación militar unipolar con su iniciativa de guerras preventivas”. Se sostiene que los mismos factores de poder que mueven la maquinaria social del capitalismo global crearon la oferta de estupefacientes, generaron la demanda, y sobre la base de ese circuito tejieron el mito de unas maléficas mafias súper poderosas enfrentadas con la humanidad, causa de las an- gustias y zozobras de los honestos ciudadanos, motivo por el que está justificada una intervención policíaco-militar a escala planetaria. el imperialismo estadounidense viene aplicando en forma sostenida un supuesto combate al ne- gocio de las drogas ilícitas, cuyo objetivo real es permitir a Estados Unidos intervenir donde lo desee, tenga intereses, o los mismos se vean afectados. Terminar con el consumo está absolutamente fuera de sus propósitos. Donde hay re- cursos que necesita explotar –petróleo, gas, minerales estra- tégicos, agua dulce, etcétera, y/o focos de resistencia popular, ahí aparece el demonio del narcotráfico. Ello es una política consustancial a sus planes de control global. Gracias a ella, el gobierno de Estados Unidos cuenta con un arma de domi- nación político-militar. En realidad, el supuesto combate al narcotráfico es el montaje de una sangrienta obra de teatro. Es un combate frontal contra el campo popular organizado, en el que en Colombia, y ahora en México, por ejemplo, las oligarquías y sus gobiernos se han supeditado dócilmente a las estrategias de Estados Unidos, siendo la plataforma para
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