Número 13
43 Restos de petate y cordelería en su lugar de hallazgo (in situ), de los muchos recuperados en oquedades de cuevas (Ticomán, Morelos) En Guila Naquitz, Oax., se recuperó un fragmento de cestería enrolla - da fechada entre 6910aC-6670aC. En el estado de Morelos, en las Cuevas del Gallo y de la Cha - guera, se registraron una gran cantidad de artefactos de cestería que cubren un periodo de tiempo de 1280aC a 220dC. En los que se aprecian las técnicas de enrollado, torsión y entrecruzado. De edades más tempranas, se tienen evidencias de cestería en ex - cavaciones realizadas en los estados de Chihuahua, Coahuila, Sinaloa, Durango, Guanajuato, Michoacán y en la Cuenca de México. En sitios arqueológicos de los estados men - cionados se han encontrado restos de cordelería, ya sea cuerdas simples torcidas o tren - zadas o aquellas tejidas a manera de red o bolsas. Otra modalidad de la cestería, es la que se apli - ca en cierto tipo de construcciones que se hacían dentro de los ríos para desviar las corrientes o atra - par peces (nazas). La presencia de elementos tejidos, también se hace evidente en la construcción de gra - neros (cuezcomates) y en paredes de casas habita - ción (bajareque). En casas acantilado de la sierra de Chihuahua, se localizaron graneros construidos con la técnica de enrollado en los que se utilizó paja para conformar el cuerpo del granero y que fueron elaborados hacia el año 1350 de nuestra era. Como se menciona líneas atrás, otra fuente esen - cial para el estudio de la cestería prehispánica, son los códices y las crónicas de los frailes que llegaron a Mé - xico en el siglo XVI. En lo que respecta a los códices, vale la pena remarcar su importancia en la descripción que Fray Bernardino de Sahagún hace al respecto: “…y todas las antiguallas suyas y libros que tenían de ellas estaban pintados con figuras e imágenes de tal manera, que sabían y te - nían memorias de las cosas que sus antepa - sados habían hecho y dejado en sus anales por más de mil años atrás, antes de que vi - nieran los españoles a esta tierra..” . Desafortunadamente, mucha de la información que se tenía en los códices se perdió, ya que la ma - yoría de ellos fueron destruidos, sin embargo, en los códices que aún se conservan, se aprecia el uso de elementos de cestería: los petates o esteras (petatl), asientos (tollicpalli), silla con respaldo (tepotzoicpali), chiquihuite (chiquihuitl), tanate (tanatli) y tompiate (tompiatl), cajas (petlanali y petlacali), calzado (cact - li o ixcacle), redes (cochimatlatl), abanicos (ecace - huaztli), mecapal (mecapali), etcétera. El mismo Sahagún escribe lo siguiente con res - pecto a las fibras empleadas: “ El que es oficial en hacer esteras tiene mu - chas juncias, u hojas de palma, de que hace los petates, y para hacerlos primero extiende los juncos en algún lugar llano para asolearlos,
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