Número 29

2 www.semillarubi.com info@semillarubi.com Diseño gráfico Corriente Crítica de Trabajadores de la Cultura en el Estado de Morelos www.enelvolcan.com redaccion@enelvolcan.com Director : Rafael Gutiérrez Yáñez Editor: Paul Hersch Martínez Consejo Editorial: Hortensia De Vega Nova, Perla Jaimes Navarro, Gilberto López y Rivas, Ezequiel Maldonado, Ricardo Melgar Bao, Fernando Sánchez Martínez, Luis Tamayo. En el Volcán . año 3, núm. 29, enero-febrero 2014, es una publicación bimestral. Editor Responsable: Paul Hersch Martínez. Reserva de dere- chos al uso exclusivo (en trá- mite), ISSN (en trámite). www. enelvolcan.com Responsable de la última actualización: Luis Sánchez García, fecha de la publicación: 21 de febrero de 2014. Las opiniones expresadas por los autores no necesa - riamente reflejan la postu - ra del Consejo Editorial de la publicación. A partir de éste número, En el Vol- cán aparecerá bimestralmente. Seguramente recibiremos algún agradecimiento por ello, o quizás un voto de extrañeza. Todo puede esperarse de nuestra exigente y cumplida comunidad de lectores. Entre los diversos derroteros que ha to- mado la respuesta social ante la inseguridad reinante en el país, destaca en este inicio de año el de las denominadas «autodefensas» en el territorio michoacano. El hartazgo respecto a la degradación actual en diversos frentes de la vida cotidiana y en particular ante la violencia, la muerte, la transa y la impunidad sistemática lleva a consecuen- cias previsibles. Lleva, como tantos otros estímulos necesarios, a tomar la vida en las propias manos. Supuestamente el Estado detenta el monopolio de la violencia para ser aplicado en aras del bien común. Pero alguien levantó al bien común y no se ha vuelto a saber nada de él. En todo caso, el monopolio que el Estado detenta con mayor firmeza es el del cinismo y de la impunidad: nadie puede competir con la magnitud de esas prerrogativas que detenta impasible. Hay oficialmente armados cientos de miles de mexicanos bajo ese principio del monopolio legal de la violencia, destinando a ello una parte considerable, desmesura- da, del erario nacional. Los fondos públi- cos asignados a las fuerzas armadas y a las distintas corporaciones policiacas se han incrementado de manera inaudita en los últimos años, en una tendencia inversa res- pecto al gasto destinado a rubros irrelevan- tes, a banalidades como la salud y la educa- ción. Un soldado raso gana cerca de 12,000 pesos al mes, aparte de las prestaciones que recibe. No hay cuestionamiento respecto a la paga decorosa de un trabajador, por su- puesto, sino a la indecorosa paga de cientos Editorial Hartazgos florales SemillaRubí c o m u n i c a c i ó n g r á f i c a de miles de trabajadores sin uniforme. Para colmo, a las otras “fuerzas arma- das”, es decir, a las “narcofuerzas arma- das”, también las mantenemos: los im - puestos acosan al ciudadano, exigidos por el Sistema Fiscal oficial y por el Narco - sistema Fiscal tolerado. Aunado a ello, el trasiego y mercado subterráneo de armas tiene dos fuentes: la cadena que enlaza a fabricantes y mercaderes estadounidenses con sus intermediarios mexicanos, y la venta subrepticia e ilegal de armas pro- cedentes de los arsenales mismos de las fuerzas armadas y policiales de nuestro país. Por ejemplo, la «cuerno de chivo», nombre familiar con el que se conoce al fusil ametralladora AK 47, en buena medi- da es comercializado por la empresa Cen- tury Arms. Su precio es casi el mismo en ambos lados de la frontera: de 350 a 450 dólares por unidad o de 8 a 10 mil pesos. Desde hace algunos años, la venta de ar- mas es considerada el segundo delito fe- deral en rango de importancia, de manera paralela a la devaluación de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, vapu- leada hasta por los “custodios del orden”. No hablemos de otros costosos in- sumos y equipos militares y policiacos, ni de la manutención de tanta gente, en creciente sangría respecto a una econo- mía que desfallece de sinsentido, acosada además por otros cárteles, denominados ocurrentemente “partidos políticos”, o por los cárteles megacomerciales nacio- nales y extranjeros, evasores del fisco y prestos a ampararse si no les reintegran puntualmente los millones de pesos que les son devueltos de impuestos, o ante el menor gesto de recaudación que sugiriese tímidamente alguna brizna deleznable de equilibrio entre la meganancia privada y la socializada megapérdida.

RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=