Número 40
12 Se considera que estas representacio- nes, tanto las figurillas como los incensa - rios efigie, podría ser un símil de lo que ac - tualmente se hace en las familias actuales, que conservan las imágenes de los seres queridos en pinturas o fotografías. Es interesante la distribución en que se encontraron estas piezas arqueológicas, ya que como la ciudad fue destruida y a pesar de que todo fue saqueado y arrojado, de todas maneras hay una cierta distribución homogénea que nos lleva a pensar que el sitio del hallazgo era el que tenían original- mente y que la equivalencia social era igual entre hombres y mujeres. Por otra parte, es interesante el hecho que estos objetos no eran exclusivamente de las élites, ya que el sector de la Loma Sur es la zona habi- tacional de las terrazas inferiores y ahí se encontraron también las piezas de este tipo. Distribución de las figurillas y en incensarios efigie en Xochicalco. Figurillas Incensarios Sectores Mujeres Hombres Mujeres Hombres Acrópolis 8 8 1 0 Loma Sur 5 6 5 2 Sector A 2 3 0 0 Sector B 70 95 0 2 Sector C 2 3 0 0 Sector E 2 7 0 1 Sector F 1 0 0 0 Sector G 63 52 0 1 Sector H 1 2 0 1 Sector I 3 4 0 0 Sector J 1 0 0 0 Sector K 0 2 0 0 Sector N 0 1 0 0 Sector L 2 0 0 2 Total 160 183 6 9 Gracias al análisis de los restos óseos, llevado a cabo por los antropólogos físicos, se corrobora el sexo de los hallazgos de las osamentas en determinados contextos ar- queológicos. La presencia de estos restos asociados a sitios relevantes de los grupos gobernantes ratifica la relación de mujeres con estos grupos en el poder. Esto queda demostrado por el hallazgo de varios res - tos de hombres, mujeres e infantes que se rescataron del Pórtico G5, ubicado en la plaza principal, frente a la Pirámide de las Estelas y que se presume huían de quienes destruían y saqueaban la ciudad (Figura 9). Acorralados en el pórtico, estos indi - viduos fueron ejecutados a golpes, como lo demuestran las pruebas realizadas por la Dra. Carmen Pijoan (comunicación per - sonal). Fueron también despojados de sus pertenencias, ya que no se encontró nin - gún objeto asociado a sus cuerpos. Poste - riormente, sus ejecutores quemaron el edi- ficio que se derrumbó sobre sus cuerpos. Esta acción, que podría parecernos cruel, parece tener su explicación en el sentimiento que debieron despertar ciertas costumbres de los políticos o gobernantes xochicalcas; en el Pórtico I 4, que forma parte del acceso a la Plaza Principal, se ha logrado determinar la presencia de una
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