Número 52
25 lo que queremos, lo que merecemos, o sea nuestra libertad. Y la fuerza importante es nuestra organización, nuestra resistencia, nuestra rebeldía y nuestra palabra verdadera que no tiene límites ni fronteras. Ahora no es el momento de echarnos para atrás, de desanimarnos o de can- sarnos, debemos de estar más firmes en nuestra lucha, mantener firme nuestras palabras y seguir el ejemplo que nos deja- ron los compañeros y compañeras que ya murieron: de no rendirse, no venderse y no claudicar. A fin de cuentas, la retórica de las y los neo- zapatistas a la que se recurre como parte de esta propuesta política encabezada por el CIG, tiene un sustento ético el cual no debemos echar en saco roto: los diálogos de San Andrés Sacam’chén de los Pobres. Aquel momento fue la apertura de la grieta en el muro del capitalis- mo que ahora permite ver clara- mente al gobierno como lo que es: el aparato político de clase desde el cual el monopolio del uso de la fuerza permite articu- lar los distintos intereses de las fracciones de la burguesía ahora transnacionalizada, y, con ello, mantener y profundizar la eco- nomía política que padecemos. Asimismo, fue sintomático el hecho de que el gobierno federal se negara a cumplir lo firmado en los Acuerdos de San Andrés, el respeto a la cultura y derechos de los pueblos indí- genas implicaba –e implica- la reorganización sociocultural, territorial, política y económica, de México como una nación plural que apunta sus fuerzas a una lucha en contra del neolibe- ralismo y por la humanidad, como se manifestó a manera de consenso en los encuentros “in- tergalácticos” promovidos por el EZLN desde aquel entonces. Si recordamos a mayor detalle lo sucedido durante los diálogos de San Andrés, tenemos que los temas tratados reflejan todo un progra- ma político urgente para la definición de una perspectiva de país –y mundo- diferente en la que el pueblo mande y el gobierno obedezca. 16 Del año de 1996 a la fecha, la crisis mun- dial del capitalismo se ha profundizado y la acu- mulación militarizada en la vida pública del país avanza a pasos agigantados; 17 sin embargo, esa otra perspectiva también ha profundizado su quehacer práctico-político con la consolidación de la autonomía integral y la creación de las Jun- tas de Buen Gobierno y caracoles zapatistas. De esa “muy otra” forma de vivir la vida en común, es de lo que hemos querido dejar un testimo- nio gráfico por medio del dossier que tiene ante suyo con el tema del Concejo Indígena de Go- bierno y el neozapatismo. 16 Los temas tratados en las mesas de trabajo instaladas durante los diálogos de San Andrés fueron: 1. Cultura y derechos indígenas; 2. De- mocracia y justicia; 3. Bienestar y desarrollo; 4. Derechos de la mujer. 17 PRI, PAN, PVE, PRD, PT, Morena, PES, PMC, etc., están de acuer- do en la aprobación de la Ley de Seguridad Interna y en la creación de nuevas figuras militares que intervengan en la seguridad pública a nivel nacional, dando por hecho que la vinculación entre Ejército Federal y Marina (aparato manifiesto de Estado) y “crimen organizado” (aparato velado de Estado) es circunstancial o contingente, y no estructural como realmente lo es. Marichuy-Caracol Oventic-7
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