Número 52
36 que él considera populismo (Krauze, 2005): un modelo económico y político que se sustenta en un líder carismático y con imagen providencial, que halaga al pueblo haciéndole promesas dema- gógicas sustentadas en un gasto irresponsable del erario público y que termina destruyendo las instituciones de la democracia liberal. La pro- paganda negra contra López Obrador se sustentó en esta resignificación reaccionaria de la catego- ría de populismo que en síntesis, sea de manera académica o vulgar, termina identificado como populismo a todo lo que no sea neoliberalismo. 4 La propaganda negra contra López Obrador ha tenido constantes que es necesario destacar. En primer lugar se le pinta como un hombre au- toritario que pondría en peligro la democracia en México (hemos visto ya lo discutible que es ésta), en seguida se le retrata como un hombre que pondría en peligro la estabilidad económi- ca de México (otra discutible realidad) con una política populista irresponsable que derrocharía el erario público en programas sociales populis- tas. Serían estos dos rasgos los que sintetizarían la caracterización de su figura como “un peligro para México”. A estos infundios se agrega el he- cho de que su imagen de honestidad es una farsa, pues se ha rodeado de corruptos como lo evi- denciaron los ya remotos videoescándalos que se siguen arguyendo a falta de argumentos más recientes. Además se pone en duda la proceden- cia de sus ingresos, se le vincula al narcotráfico o se le acusa de que ha vivido a costa del erario público sin trabajar (Avilés, 2018). Hasta se ha llegado a decir que ha recibido dinero de Javier Duarte, el tipo ideal del gobernador corrupto (Expansión, 2018). En el contexto por el cual pasó la revolución bolivariana entre abril y julio de 2017, se ha usado la imagen caótica de Venezuela para ad- vertirle a la ciudadanía lo que le esperaría si López Obrador ganara las elecciones presiden- ciales de 2018. Nuevamente, la bestia negra en 4 He pretendido criticar esta noción reaccionaria de populismo en Figueroa, 2009 y en colaboración con Octavio Moreno Velador en Moreno y Figueroa, 2008, 2014, 2015 y 2016. la que fue convertido Hugo Chávez por los pul- pos mediáticos desde los primeros años del siglo XXI, ha sido usada para hacer una equiparación. Encontramos una figura política que tiene una credibilidad discutible -el presidente del PRI En- rique Ochoa Reza-, aseverando que “El PRI no permitirá que México se convierta en otra Ve- nezuela… el populismo autoritario genera más violencia, genera más desempleo, genera menos paz social; es una corrupción terrible la que se vive en Venezuela, y eso es lo que quieren Mo- rena y López Obrador” (Xantomila, 2017). Y re- cién observado el triunfo de Donald Trump en noviembre de 2016, Jorge Castañeda Gutman, uno de los intelectuales mediáticos construidos por el establishment neoliberal, se atrevió a de- cir en una entrevista radial que López Obrador era el “Trump mexicano”. Se busca asociarlo a cualquier imagen negativa que esté consolidada: Chávez, Trump y también Putin, ahora que esta- mos viviendo una suerte de renacimiento de la guerra fría con el regreso de Rusia al escenario de las potencias mundiales de primer orden. Así las cosas, la guerra sucia tuvo también un episo- dio significativo a fines de enero de 2018 cuan- do en el estado de Puebla se desencadenó una masiva campaña de llamadas telefónicas con una grabación que comenzaba con una supuesta voz de Andrés Manuel López Obrador diciendo “¡Los rusos me están apoyando!” (Guarneros, 2018). Acto segui- do otra voz relataba que los rusos estaban apoyando a López Obrador para que ganara las elecciones presi- denciales a efecto de que éste, como lo ha anunciado, derogara la reforma energética que privatizó al petró- leo mexicano. Según la grabación, el propósito de la derogación de la llamada “reforma energética” no era otro que entregar el petróleo mexicano a los rusos. La pregunta es inevitable: ¿Estando Rusia entre los 10 países con mayores reservas petroleras del mundo, necesita al petróleo mexicano? Los dos hechos analizados en las líneas preceden- tes, el fraude electoral y la guerra mediática que ha satanizado a Andrés Manuel López Obrador, son las referencias en el imaginario del lopezobradorismo y sus aliados, ahora también en Morena, para explicar
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