Número 52

74 -- En este cine el vagabundo, el pobre, en- vían mensajes sociales y humanistas que no corresponden a la situación en que las cintas los encuadran, como si la pobreza les dotara de una visión social de la que carecen los ri- cos.  - - En ese caso nos estamos refiriendo a quienes están completamente excluidos de un sistema social, sobre todo pensando en los vagabundos, e incluso podríamos incor- porar a personajes con algún tipo de disca- pacidad: el ciego es quien mejor “ve” a la so- ciedad; el mudo es el dueño de una verdad que todos desconocen, etcétera. En el caso de los vagabundos, la falta de inserción en un sistema comunitario o social le permite desnudar cu á les son las carencias, sobre todo morales, de la supuesta sociedad moderna. En las representaciones de los vagabundos hay una influencia de los bohemios decimo- nónicos así como los truhanes de la picares- ca española; son retratados como si el exilio de la sociedad fuera una elección propia y no, como es en la realidad, producto de un sistema que les separa. Es curioso que el va- gabundo es el único personaje de la pobreza que, en las películas, carece tanto de padre como de madre, se desenvuelve una especie de limbo en donde no posee ningún referen- te de autoridad, como es el que se relaciona con la figura paterna y con el gobierno y, a la vez, la ausencia de una madre le despoja también de este referente territorial, de un lugar de adscripción, es un paria, no tiene ni siquiera un espacio donde morir ya que no cuenta con patria ni con matria. Pito Pérez deslactosado -- Un documental mexicano, Ladrones vie- jos , parece que busca encontrar en la reali- dad a este personaje ficticio, y le da voz a un ladrón que lanza juicios políticos y sociales. Es interesante esta idea de dar por sentado, de alguna manera, que los personajes crea- dos por el cine existieron de verdad, y exis- tieron en la realidad con esas cualidades de las que la pobreza y la exclusión cinemato- gráficas les dotaron. -- Lo que estamos viendo en las películas de esa época son historias que regularmen- te son pensadas más en función de generar ganancias que de dar cuenta de la realidad. Difícilmente los vagabundos que vemos en ese cine serán efectivamente transgreso- res. Vemos, por ejemplo, lo que se hizo re- La vida inútil de Pito Pérez. 1970 Las aventuras de Pito Pérez. 1956

RkJQdWJsaXNoZXIy MTA3MTQ=