Número 54

37 de la bóveda de media esfera del crucero, aun- que si localizó varias marcas en las cabeceras sur y norte en varias dovelas de la embocadura del presbiterio y del ábside y en la zona alta del pres- biterio de la cabecera central y en varias zonas referidas con detalle en su trabajo (imagen 3). En la ermita de estilo románico de Santiago de Agüero, en Huesca, hay varias marcas que repre- sentan una llave que se dice que es el recordatorio de las donaciones que hicieron cuatro sujetos de prestigio nacidos en Agüero que decidieron en- claustrarse como monjes. En este recinto se han documentado noventa y seis grabados y la marca que incorpora una llave representa a uno de ellos (imagen 4) que fue el clavero real (clavario o te- sorero del rey) que decidió dar su dote de ingreso para avanzar en la fábrica de la ermita. El maes- tro de obra conocido como Maestro de Agüero o Maestro de San Juan de la Peña fue el ejecutor de la decoración escultórica de varias iglesias en la comarca aragonesa conocida como Cinco Villas y en otros claustros de Zaragoza, 10 pero nunca tra- bajó en la catedral de Santiago de Compostela por 10 José Luis García Lloret, “Un escultor románico en Aragón: el lla- mado Maestro de Agüero o Maestro da San Juan de la Peña. Estudio de sus primeras obras”, en Artigrama núm. 11, 1994-95, Universidad de Zarago- za, Zaragoza, pp. 523-526. en http://www.unizar.es/artigrama/pdf/11/6re- sumenes/resumenes.pdf (Consultado el 23 de abril, 2018). lo que las marcas de las llaves que aparecen en Santiago corresponden a otro maestro o a algún descendiente del maestro San Juan de la Peña, ya que las marcas se heredaban para poder identifi- car el taller o escuela a la que pertenecían. En la fábrica de la imponente y románica cate- dral de Santiago de Compostela, en Galicia, España, que se comenzó a erigir en 1075, laboraban cerca de cincuenta canteros bajo el mando del maestro cantero Bernardo el Viejo y su ayudante Roberto, de su hijo el maestro Esteban (denominado con la polisémica expresión de magister operis Sancti Jacobi ) y de su nieto conocido como Bernardo el Joven y de ahí la gran profusión de símbolos lapi- darios que se pueden observan principalmente en los fustes lisos del interior de la catedral (imagen 5). En el estudio que sirve para entender el signi- ficado de las marcas, existe un registro de cerca de dos mil trescientas señales que indican las diver- sas fases constructivas, y algunas de ellas se ins- criben por primera vez en el transepto de la cate- dral, lo que indica que la obra se volvió a reanudar después de haber sido suspendida. 11 11 Alexander, Jennifer S. y Therese Martin, “Sistemas constructivos en las fases iniciales de la Catedral de Santiago: una nueva mirada al edificio románico a través de las marcas de cantería”, en El principio: Génesis de la Ca- tedral Románica de Santiago de Compostela. Contexto, construcción y programa iconográfico, ed. J.L. Senra, Pontevedra, 2014, pp. 142-163. Imagen 3. Ubicación de las mascas en el perfil del muro de separación entre nave central y nave sur. Tomado de Omedes, 2012

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