Número 67
35 37 jóvenes de un barrio pobre, las primeras palabras pronunciadas fueran las de un muchacho de veinte años: “mi padre no me quiere”, tras lo cual contó ¾y en bocas de otros se escucharon relatos semejan- tes¾ como los guardias arrestaban, maltratándolos a veces, a los jóvenes interpelados en alguna esquina cuando estaban bebiendo cerveza y charlando [Tou - raine, 1998:73]. La respuesta juvenil popular frente al orden neo - liberal latinoamericano no parece proyectarse en una sola dirección, sino expresándose de manera ambivalente o contradictoria. En general, los jóvenes resienten el peso mayor de la desestructuración de los espacios de socialidad pública, la flexibilización laboral, la contracción del mercado ocupacional, la orientación privatizadora de los servicios de educa - ción y salud, la ofensiva de las industrias culturales contra la economía informal y subterránea que po - pulariza los consumos culturales, el despliegue de drásticas medidas controlistas o represivas. Resulta visible que la exclusión social afecta principalmen - te a los jóvenes de extracción popular, impactando negativamente en la pretendida institucionalización democrática. La narrativa inserta en las rolas más crí - ticas dan cuenta de la criminalización juvenil de los conciertos y tocadas, lo expresa con claridad Arde Buenos Aires de los Fabulosos Cadillacs : Pero cuidado lo que hacés/ o adonde vas / después del gran recital / están los puños de la ley / para atraparte/ tarde para reac- cionar la ciudad va a reventar/ el camino es largo, /y Buenos Aires arde/ Arde de sirenas y de canas / Buenos Aires/ Arde de violen- cia ya se quema/ Buenos Aires. 11 El desencanto de la política convencional entre los jóvenes los orilla no sólo a la indiferencia, sino también a posturas radicales de diferente sino ideo - lógico que coadyuvan en la configuración de un clima 11 http://www.rock.com.ar/letras/f/fabulosos53.shtml espasmódico o crónico de violencia e ingobernabili - dad. Unas veces pueden asumir explícitas señas ra - cistas como la canción bailantera Negros de Mierda que conmocionó a Buenos Aires. Aclaremos que lo negro en dicho contexto cultural significa principal - mente a lo mestizo a través de dos marcadores: el color del cabello y el de la piel. Esta pieza antinegra compuesta por un integrante del grupo musical Ja- món del Mar fue lanzada a través de su programa de Rock & Pop, ganando audiencias juveniles. La letra dice cosas como esta: . . .Negros de mierda parecen cucarachas / que se amontonan en la basura / Negros de mierda, no sirven para nada / se van direc- to a la basura / Negros de mierda hay que desinfectarlos / pa no mancharse con su negrura / [. . .] Negros de mierda / hay que esterilizarlos para que entren / en franca ex- tinción. . .” 12 Desde el mirador popular sobre la actual coyuntura latinoamericana se observa un movimiento pendular entre el modo festivo de positiva filiación nacional, como aquél que dice ¡V iva Chile mierda !, y ese otro modo pleno de cargas negativas de sentido que in- terpelan los rostros de la existencia social, a la manera como por ejemplo lo ilustra iró- nicamente un reciente graffiti en una muy transitada calle de Asunción: ¡ Qué país de mierda ! 13 Pensemos también en la manera en que un grupo de jóvenes latinoamerica- nos, resultándoles corto el sentido precario de generación x , prefieren espejearse virtual- mente como generación mierda . El Maka, un cibernauta andino, deja elocuente huella de su devaluada axiología social cuando escri- 12 http://www.seprin.com/pergolini/canciones_polé - micas.htm 13 Registro fotográfico del Mtro. Ezequiel Maldona - do [julio de 2001].
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