Número 67
35 donde el aire fuese corrupto, o su terreno estuviese anegado. Ni una buena dieta, ni los conocimientos más acertados en estas artes producirán los efec- tos deseados si no se enmienda primero la malignidad de la atmósfera para impedir sus estragos… La obra de Sanches, en una perspectiva preventivista, brindaba explica- ciones y recomendaciones concretas, subrayando la relevancia de las condi- ciones higiénicas del aire, del agua, de los terrenos para los asentamientos humanos, de la composición y manejo de los alimentos, de los requeri- mientos sanitarios específicos entre navegantes y soldados, así como de los diversos espacios urbanos. Era por tanto lógico que habiendo sucedido el sismo cuando finalizaba su Tratado , añadiese como apéndice un apartado sobre los terremotos, dada su liga evidente la salud de los pueblos (1756, 82 y ss). Su obra fue reimpresa en Lisboa y tuvo impacto en su país, pero él nunca regresó del exilio en que se encontraba, provocado por la persecu- ción inquisitorial contra los “cristianos nuevos” de origen judío (Araujo, 2007: 309-312). Aunque el llamado a “enmendar primero la malignidad de la atmósfera” implica hoy comprenderla en una perspectiva global que remite a la deter- minación social de la salud, Sanches planteaba a raíz del terremoto, desde esa perspectiva de salud pública y desde la evitabilidad del daño que le es inherente, la necesidad de construcciones antisísmicas, dando ejemplos de modalidades de edificación adaptadas a zonas de riesgo, apelando para ello a la “sabiduría milenaria” plasmada en técnicas de construcción entonces Segunda edición del “Tratado de conservación de la salud de los pueblos”; fuente: https://tertuliabiblio- fila.blogspot.pt/2014/06/jose-f-vicente-leiloes-lei- lao-da.html 93
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