Número 70

63 consecuencia directa de las reformas neoliberales, que hoy se pretenden de nuevo impulsar por el mismo grupo de negociantes que se rehúsan a perder sus privilegios. La salud es un derecho humano universal, que debe ser garantizado, como todos los derechos humanos fundamentales (DESCA), por el Estado Soberano. El mercado jamás podrá "resolver" la injusticia, la desigualdad, la discriminación, la miseria, porque el mercado es uno de los mecanismos de generación y reproducción de tales iniquidades. Hay mucho que discutir sí, sobre los problemas y resistencias a los que se enfrenta la transformación, sobre los retos a resolver que ofrece la situación en la que dejaron al sector después de saquearlo. Hay alguna gente inepta en puestos directivos actuales, sí, hay que reconocerlo, necesariamente habrá que hacerlos a un lado en el próximo cambio de gobierno, pero hay un horizonte de construcción que está más allá de la circunstancial ineptitud. Hay una masa crítica considerable de talentos, que se han mantenido en pie de lucha en las distintas líneas de combate por el derecho a la salud. El camino a seguir, en la transformación, está guiado por principios y valores éticos, solidarios, comprometidos con la reconstrucción de la comunidad, lo común, lo que une recíprocamente a las personas individuales en el colectivo. Los sabios neoliberales tardaron 40 años en destruir sistemáticamente el sendero apenas esbozado hacia el Estado de Bienestar, debilitaron nuestra infraestructura, entregaron nuestro patrimonio (podríamos hacer una larga lista de agravios que en otro momento claramente hubieran sido catalogados como traición a la Patria), se Sede de la Secretaría de Salud en la Ciudad de México. Fotografía: Diego Delso

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