042 - Marzo - Abril 2016

Argentina: ¡Bienvenido Mr. Obama!

.

   

¿Por qué resulta tan molesta la visita de Barack Obama a la Argentina el día 24 de marzo? La razón es tan obvia que no tuviera que generarse una discusión al respecto. No obstante, como este mundo está lleno de desinformados, no viene mal recordar los motivos profundos que hacen que la llegada de un presidente norteamericano a nuestro país en el cuadragésimo aniversario del golpe militar genocida de 1976 sea tan irritativa.

       En la segunda mitad del siglo XX,, Estados Unidos, (alias “Yanquilandia”, “El Gendarme del Mundo” y otros de los que mejor ni hablar), financió e instrumentó sucesivos golpes de Estado en países latinoamericanos, instaurando dictaduras autoritarias y represivas alineadas completamente con su política exterior y ejecutoras favorables de la expansión de las inversiones yanquis en nuestro sufrido continente. Estas políticas tuvieron como consecuencia la perpetuación de formas de dependencia a las economías centrales, la pauperización de la mano de obra nativa, amén de no favorecer en lo más mínimo el desarrollo de nuevas ramas de la economía, como las diversas retóricas pro imperialistas de ese entonces (¡y de ahora!), solían afirmar. Desde siempre, pero con más fuerza desde la segunda guerra mundial en adelante, la política exterior norteamericana ha significado en nuestro continente: dependencia, atraso y soluciones autoritarias y represivas. Políticas alentadas e instrumentadas desde los centros imperialistas y ejecutadas por las oligarquías y burguesías semi-coloniales de nuestros países y sus agentes políticos (militares reaccionarios, partidos políticos conservadores, y no tanto, clero, burocracia sindical, etcétera). El Departamento de Estado norteamericano fomentó de manera activa los golpes de Estado en: Brasil (1964); Bolivia (1971 y 1980); Uruguay (1973); Chile (1973); Argentina (1966 y 1976). Esto solo por mencionar los casos más importantes y trágicos. Quede como símbolo mayor de esta política pro-imperialista y genocida la aceitada operación política de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para derrocar al gobierno socialista de Salvador Allende en Chile por medio de un intento de golpe civil y su transformación en golpe militar fascista (Plan B), cuando la primera opción se reveló como insuficiente. Como exclamó indignado, en su momento, el Secretario de Estado norteamericano de esos años, Henry Kissinger (¡Premio Nobel Paz, igual que Obama!): “¡no veo porque tenemos que esperar y permitir que un país se vuelva comunista debido a la irresponsabilidad de su propio pueblo!”. 

La frase expresa con meridiana claridad el desprecio que este gran “demócrata” sentía por el derecho de los ciudadanos de los países latinoamericanos a elegir el gobierno que sintieran que mejor los representaba. Con Kissinger y con los demás personeros que le sucedieron en su cargo, los gobiernos norteamericanos nunca dejaron de asumir “responsabilidades” para impedir que los “irresponsables” habitantes de Latinoamérica (hispanos, indios, mestizos, negros) cayeran en las garras del “comunismo ateo”, o de cualquier cosa que se le pareciera. Cuando no alcanzó con los golpes de Estado, no se vaciló en utilizar métodos aún más drásticos. No está de más recordar que Estados Unidos invadió Republica Dominicana en 1965 para derrocar al gobierno nacionalista de Juan Bosch; intervino en Granada en 1983 para acabar con el gobierno de izquierda de Bishop y, de forma particularmente sangrienta, en Panamá (1990) para sacar del medio al mafioso Manuel Antonio Noriega, a quien los mismos yanquis habían ayudado a encaramar en el poder cuando eso les convino. Un capítulo aparte merece la tenebrosa ocupación de Haití en 1993, que tomo ribetes de genocidio sanitario y que, por diversos medios, se mantiene hasta el día de hoy bajo la fachada de la intervención de la ONU en ese sufrido país. Es un hecho conocido que el gobierno estadounidense, en colaboración con elementos paramilitares de distintos países latinoamericanos, financió y dio apoyos logísticos a los grupos armados que en la década de años 80, del siglo XX, combatieron al gobierno revolucionario de la Nicaragua Sandinista, y que intervinieron en la guerra civil de El Salvador. Son más que conocidas las continuas agresiones militares, económicas y propagandísticas que Estados Unidos ha mantenido durante más de cincuenta años contra el gobierno revolucionario cubano.     

       Centrándonos en el caso de nuestro país y, más específicamente del golpe militar de 1976, la intervención del gobierno norteamericano en el mismo fue de primer orden. Documentos de la inteligencia norteamericana y estudios de académicos de la misma nacionalidad, permiten constatar que desde 1973, agentes de la CIA venían sondeando a militares argentinos dispuestos a dar el mal paso. No está de más recordar que en 1974 fue asesinado en Buenos Aires el militar chileno constitucionalista Carlos Prats Cardona, quien había sido opositor al golpe de Pinochet el año anterior. En esta operación actuó la policía política de la dictadura chilena (DINA), en complicidad con grupos paramilitares argentinos y con personal de la estación de la CIA en nuestro país. Personal de inteligencia norteamericano también estuvo vinculado con las operaciones de la banda terrorista paramilitar Triple A, montada por el gobierno peronista de derecha de Isabel Perón para reprimir al movimiento obrero y otras expresiones de la militancia social. Al producirse el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, el gobierno norteamericano de Gerald Ford reconoció diplomáticamente al gobierno de Videla el mismo día de su instalación. Los principales diarios norteamericanos  destacaron el perfil de anticomunista militante del flamante gobernante de facto argentino, resaltando que se esperaba que llevara adelante una política de lucha frontal y sin concesiones contra la guerrilla de izquierda. En los meses siguientes el gobierno norteamericano no dejo de dar su apoyo diplomático y financiero a la nueva dictadura. De la misma manera, la inteligencia norteamericana coordinaba las acciones del llamado Plan Cóndor en nuestro país y con las dictaduras de los países vecinos.

      En enero de 1977, llegó a la presidencia de Estados Unidos el demócrata Jimmy Carter, quien sostenía una plataforma electoral que postulaba la instrumentación de políticas de distensión en la guerra de bloques y en favor de la defensa de los derechos humanos en los países con gobiernos dictatoriales.  Según una cierta “historia oficial” que se instaló en nuestro país en los años de la “democracia de baja intensidad” que siguieron a la dictadura, el gobierno de Jimmy Carter fue un coherente opositor a los gobiernos dictatoriales y un aliado incondicional de los organismos que luchaban contra la violación de los derechos humanos en nuestro país y el resto de América Latina. ¿Esto fue así? En mi opinión, es imposible sostener que durante el gobierno de Jimmy Carter se haya producido un punto de inflexión radical en la política de las relaciones entre Estados Unidos y los gobiernos dictatoriales. ¡No sucedió ni podía haber sucedido! En los años 70, el mundo seguía inserto en la guerra fría y la política de bloques. Cualquier gobierno norteamericano, por más “progre” que fuera, no podía desconocer los fuertes compromisos que como gendarme del orden capitalista tenía en todo el mundo y, en particular, en su clásico “patio trasero”. La política exterior norteamericana fue siempre como un avión con piloto automático. Tanto en la época de Truman o Eisenhower, como durante el gobierno de Kennedy. Igualmente, así fue con el anti-comunista Nixon y el defensor de los derechos humanos Carter. Con halcones como Reagan o Bush y con “palomas” (¡con algo de caranchos!) como Clinton y Obama. Lo anterior no significa que el gobierno de Carter haya tenido una relación óptima con dictadores como Videla, Pinochet, etcétera. Factores de distinto peso en el medio político norteamericano no favorecieron una relación de ese tipo.  La propia necesidad de la diplomacia norteamericana de tomar distancia de la era de Vietnam-Watergate, incluyendo el anterior apoyo desembozado a los gobiernos dictatoriales, obligaron a cambiar el estilo. El ala “izquierda” del Partido Demócrata, fiel a la sensibilidad de su electorado, tomó el tema de la lucha contra la violación de los derechos humanos como una bandera de cierta rentabilidad política. En la segunda mitad de la década de los años 70, la política exterior del nuevo secretario de Estado Cyrus Vance no era, ni podía ser, exactamente igual a la de Henry Kissinger. De hecho, la dictadura argentina comenzó a sentir una cierta frialdad desde el momento en que Carter asumió la presidencia. En mayo de 1977, Videla se fotografió conversando sonriente con Jimmy Carter durante la firma de los tratados Torrijos-Carter en torno a la devolución del Canal de Panamá. (¡Otra asignatura pendiente del imperialismo norteamericano!). Pero en los meses siguientes, la dictadura descubrió que el gobierno yanqui reducía la cuota de uranio enriquecido que vendía a la Argentina, argumentando que nuestro país no había firmado el Tratado de Tlatelolco contra la proliferación de armas nucleares.

Un año después, el Congreso norteamericano incluyo a la Argentina en el embargo de armas que la Enmienda Humphrey-Kennedy había establecido en relación con la dictadura chilena en 1976. Paralelamente, la secretaria de Derechos Humanos del gobierno de Carter, Patricia Derian, comenzó una campaña internacional que denunciaba la existencia de campos clandestinos de detenidos en la Argentina. Nobleza obliga, no puede pasarse por alto que, según el testimonio de numerosos familiares de desaparecidos, algunos funcionarios de la embajada norteamericana en Buenos Aires ayudaron a facilitar la salida del país a personas que estaban en la clandestinidad durante los “años de plomo”. En 1979, las relaciones entre el gobierno de Carter y la junta militar argentina llegaron a su punto más bajo, cuando el gobierno argentino aconsejado por su ministro de economía “Joe” Martínez de Hoz (alias “El Orejón”, “José Mercado”, etcétera) se negó a secundar el embargo de granos a la URSS que el gobierno de Carter propuso a los gobiernos de los países exportadores de trigo para sancionar al gobierno soviético por la invasión a Afganistán. La dictadura militar argentina sería muy anti comunista, pero no comía vidrio. Martínez de Hoz y sus amigos de la Sociedad Rural y CONINAGRO no pensaban perderse las ventas en el importante mercado ruso, principal cliente externo de la Argentina desde los acuerdos comerciales de 1973.

     Sin negar estos datos, considero que la tensión entre el gobierno norteamericano de Carter y las dictaduras latinoamericanas tiene que ser analizada en un contexto estructural. El gobierno de Carter, que condenaba la violación de derechos humanos por medio de la violencia paramilitar, no dejo por eso de defender la política anti-comunista de las dictaduras latinoamericanas, como parte de la defensa continental y su “inclusión en el mundo libre”. Lo que implica que durante el gobierno de Carter la lógica de la Doctrina de Seguridad Nacional siguió en pie, con algunos pocos cambios discursivos. Que la secretaria de Derechos Humanos y aun el Departamento de Estado norteamericano mantuvieran una relación fría con las juntas militares latinoamericanas nunca fue óbice para que las fuerzas armadas yanquis mantuvieran más que aceitadas relaciones con sus pares latinoamericanos. Lo mismo la CIA, que siempre manifestó “respeto y admiración” por la efectividad de los militares argentinos en la “lucha contra la subversión”. En los años de Carter, los militares argentinos y de otros países latinoamericanos siguieron cursando sus estudios de postgrado en la Escuela de las Américas, en la zona del canal de Panamá, y reconocido centro formador de torturadores. Algo semejante sucedía con la Enmienda Humphrey-Kennedy que ordenaba el embargo de armas a las dictaduras de Videla y Pinochet. En ningún momento Estados Unidos dejo de hacer transferencias de material bélico a los genocidas del Cono Sur. La venta de armas yanquis se siguió haciendo por medio de la intermediación de gobiernos aliados estratégicos de Estados Unidos que se prestaban a realizar el trabajo sucio que no podía hacer este país a cara descubierta. Siendo el caso más notorio el de los gobiernos israelíes, tanto los laboristas como los conservadores del Likud, cuyas relaciones con la dictadura argentina fueron inmejorables. Digamos que exactamente hacia lo mismo la Unión Soviética, que en esos años le vendió armas a la Argentina a través de los buenos oficios del gobierno rumano de Nicolás Ceausescu. De la misma manera, los créditos de bancos norteamericanos nunca dejaron de fluir hacia la Argentina, amén de incrementarse mucho las inversiones norteamericanas en nuestro país en esos años en que la violencia del terrorismo de Estado había “pacificado” el medio sindical. Todo esto aún después que el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos confirmara documentalmente el genocidio producido en nuestro país en el informe que siguió a su visita en 1979. En julio de 1980, luego de una crisis política de larga data, una fracción de los militares bolivianos decidió derrocar a la presidenta provisional Lidia Gueiller, para impedir que asumiera la presidencia Hernán Siles Suazo, candidato victorioso de la coalición de izquierda UDP. Este golpe militar contó con la instigación y el apoyo logístico de la dictadura argentina, lo que incluso involucró a personal militar y a paramilitares argentinos en el pustch que derivó en un episodio sangriento, con masacre de civiles y líderes de la oposición. La dictadura de García Meza no fue reconocida por el gobierno de Carter que, de manera salomónica, también se negó a apoyar al gobierno en el exilio que monto Siles Suazo. Años después, distintas versiones han insistido en que la embajada norteamericana en La Paz estaba al tanto de los preparativos golpistas, y que le dio un visto bueno soto voce, e incluso favoreció un acercamiento entre los narco militares y sectores empresariales locales. Insisto en que por más incómodo que le resultara al gobierno norteamericano tener que tratar con estos gobiernos, nunca la “indignación” alcanzo como para buscar someterlos a una cuarentena diplomática que obligara a iniciar una apertura política o a modificar sus políticas represivas. En lo único que el gobierno de Carter se mantuvo intransigente en relación a la dictadura argentina fue en el tema de venta de insumos y transferencia tecnológica en el área nuclear. Pero, como ya explicamos, eso no fue una sanción por la violación a los derechos humanos sino porque Argentina se negaba a suscribir el Tratado de Tlatelolco. Una condición que el gobierno norteamericano exigía, como imposición imperial, a los gobiernos del “mundo sub desarrollado” para apoyar sus proyectos en el área nuclear. Aclaremos también que, por su lado, la diplomacia argentina estuvo, en esos años, alineada con las posiciones norteamericanas en los foros internacionales. Esto fue así durante la crisis de Irán (1978-1979), frente a la caída de Somoza y la revolución sandinista (1979), la crisis de los “marielitos” en Cuba (1980), etcétera. Incluso durante la invasión soviética en Afganistán, cuando si bien la Argentina se negó a apoyar el embargo cerealero, que le dolía en el bolsillo, apoyó diplomáticamente la posición norteamericana en los foros internacionales e, incluso, se sumó al boicot a las olimpiadas de Moscú de 1980, alentado por el gobierno norteamericano. Resumiendo, si bien la tensión política entre el gobierno de Carter y las dictaduras existió, en ningún momento alcanzó para afectar los vínculos más estructurales que hacen a la dependencia semi-colonial de América Latina hacia Estados Unidos, ni tampoco las estrategias a largo plazo de la política exterior norteamericana para la región.    

      Por supuesto, la llegada al poder del gobierno de Ronald Reagan (1980), con su retórica de la “segunda guerra fría”, entusiasmó a los militares argentinos que lo presentaron como un hecho venturoso a través de la televisión estatal y demás medios controlados por la dictadura. El mismo entusiasmo que la “TV milica” había manifestado ante el triunfo electoral de la Maggie “Bloodie” Thatcher en Gran Bretaña en 1979. Argentina mejoró sustancialmente sus relaciones con Washington y hasta mandó a “asesores” a entrenar a los “Contra” nicaragüenses y a los escuadrones de la muerte de El Salvador. Tanta deferencia no alcanzó para que el gobierno de Reagan tuviera una posición favorable, o medianamente benevolente hacia la Argentina durante la guerra de Malvinas, como ingenuamente el dictador alcohólico Galtieri pensó que podría llegar a suceder. Con el “progre” Carter y con el “Halcón” Reagan la lógica de la guerra de bloques se mantuvo incólume. La dictadura argentina no podía aspirar más que a jugar el papel de un efectivo aliado de los norteamericanos, defendiendo el sacro orden capitalista en su espacio nacional y regional. Bajo ningún concepto podía permitirse tener arrebatos anti colonialistas que afectaban a un aliado estratégico de primer orden de Estados Unidos, como era Gran Bretaña.

     Pasaron muchos años. La guerra fría ya no dicta los parámetros generales de la política mundial y ya los golpes de Estado no son el método más efectivo para defender el orden imperialista. Incluso, como dato de color, un presidente negro (¡mejor dicho, mulato!) gobierna en la principal potencia imperial del mundo. Entonces, se preguntará: ¿hay razones para estar tan molestos con la visita del presidente norteamericano en el aniversario de la dictadura militar? Contestamos que sí. Porque los objetivos de la política exterior norteamericana que ensangrentó América Latina durante los años de la dictadura siguen vigentes. Para probarlo están las intervenciones en el Golfo Pérsico (1990, 2003), en los Balcanes, los bombardeos a la población civil en Somalia y los bombardeos en Afganistán llevados adelante por el señor Obama. También la caza y muerte de Bin Laden, que por más despreciable que fuera este personaje, no dejo de ser un clásico acto de intromisión imperial en el territorio de un país extranjero, al mejor estilo de película de Stalone o de Chuck Norris. Ni que hablar de las operaciones de golpe civil, como las que se llevan adelante contra el gobierno de Venezuela, o el aliento al secesionismo pro-imperialista y reaccionario de la derecha boliviana enfrentada al gobierno de Evo Morales. En el mundo post guerra fría los golpes militares están un poco obsoletos…pero los mismos fines se persiguen por otros métodos. Sin que por eso se desdeñe del todo volver a recurrir a los viejos métodos, si los actuales no alcanzan. ¡Es la vieja lógica de cubrir el puño de hierro con un guante de seda!

      Obama es el titular de un Estado que sigue siendo el instrumento de un esquema de dominación mundial que nos mantiene en una posición semi colonial y subordinada. Es irritante que Mr. Obama quiera visitar la ESMA, porque las personas que fueron torturadas y asesinadas en ese lugar fueron víctimas de una dictadura alentada por el gobierno de su país. Se nos dirá que tenemos que ser realistas, que tenemos que abrirnos al mundo y todos los lugares comunes con que el actual y miserable gobierno reaccionario y entreguista lleno de gerentes de empresa nos quiere vender el buzón de: ¡bajémonos los pantalones que luego viene el derrame! El mismo verso que vendió Menem en los años 90 y que terminó en el incendio del país en 2001. Por otro lado, el gobierno norteamericano no se privó en estos años de seguir presionando con métodos nada suaves a nuestro país cuando necesito hacerlo. Baste con recordar la aprobación de la ley anti terrorista por el Congreso argentino en 2011. Una de esas condiciones que la gran democracia del norte les pone a los países “sudacas” y afines para no incluirlos en el “eje del mal”, o alguna de esas tantas construcciones discursivas estrambóticas que son un eximio ejercicio de macartismo inquisitorial aplicado a las relaciones internacionales.

     Es realmente cínica, y nada inocente, la afirmación de Mr. Obama en el reportaje que le hizo la CNN en el sentido que la ex presidente Cristina Fernández sostuvo “políticas anti- norteamericanas” producto de una “mentalidad setentista”. Permítanme que esboce una sonrisa levemente irónica. Considero que el gobierno kirchnerista estuvo muy lejos de tener una política “anti-norteamericana” o de carácter anti-imperialista consecuente. No solo que la ex presidenta, luego de llenarse la boca hablando de soberanía, hizo aprobar la “ley anti- terrorista” y presionó a los diputados díscolos de su bloque para que acataran sin chistar. También fruto de presiones yanquis fue el veto a la Ley de Glaciares ejercido por la presidenta sobre un proyecto aprobado por los legisladores de su propio bloque. Desde el año 2003, los gobiernos kirchneristas llevaron adelante una política petrolera completamente funcional a las inversiones de las grandes multinacionales del sector. Lo mismo hacia hacia los intereses de la minería extractivista. Ni que hablar de los acuerdos leoninos con multinacionales gansteriles como Chevron y Monsanto. Algunos me objetaran que se re-estatizo YPF. Si, cuando ya los españoles de REPSOL la habían fundido y haciéndose cargo de toda la deuda acumulada durante la gestión privada.  No esta demás recordar que el gobierno del ex presidente Kirchner acordó la jurisdicción judicial extranjera para los pleitos con los deudores que generó toda esta situación de la deuda con los “fondos buitres”. La propia ex presidenta se jactó en varias oportunidades de que su gobierno era “un buen pagador”. Todo esto amén que en ningún momento se promovió una política de inversiones que diversificara la estructura productiva del país. Todo se apostó al precio de la soja, a la renta petrolera y minera y, un poco, al sector metal mecánico como actividad complementaria. El gobierno kirchnerista continuó la política de los gobiernos precedentes de mantener tropas argentinas en las fuerzas de la ONU en Haití. Tropas que distintos organismos de derechos humanos han denunciado por ayudar a reprimir movimientos de protesta y cometer otras arbitrariedades. El anti-imperialismo rabioso de los gobiernos kirchneristas solo puede ser sostenido por gente con tendencia a “comprar peleas para los giles” (¡Como diría mi tía Helena que no había leído ni el Patoruzito pero que la chamullaba lunga!). Lo que el señor Obama, en el mejor de los casos, puede llegar a reprochar a la ex presidente es no haber sido todo lo pro-norteamericana que le hubiera gustado a los señores de Washington. Coherente con lo anterior, Mr. Obama elogió al actual presidente Macri que, sin duda, refleja de manera más acabada el modelo del perfecto “mayordomo de los intereses imperiales” (¡Y que los mediocres de siempre me acusen de utilizar un lenguaje arcaico si quieren!). El mensaje es clarísimo. Los argentinos se “portaron bien” eligiendo un gobierno “más sensato y maduro”. ¡Sigan portándose así! ¡Aguanten el ajuste, los recortes y toda la malaria que a la larga la bonanza capitalista se derramara sobre ustedes! ¡Todos, en el mejor estilo de una comedia de enredos yanqui con Happy End! De mientras, el presidente norteamericano anuncio que va a ordenar la liberación de los archivos que existen en su país y que contienen información sobre la represión durante la dictadura.  No debiera dejar de aprovecharse esa información. Pero cuanto mejor hubiera sido que lo hubieran librado hace décadas para haber tenido más elementos para juzgar a los genocidas. La pretensión de Obama de visitar la ESMA, nunca se resaltará bastante, es un re-edición de la vieja y repetida historia del homenaje hipócrita de los victimarios a sus víctimas.

      De mientras, la Argentina de los gerentes de empresa en el poder; de adalides de la “mano dura”; de francotiradores “republicanos impolutos”; de “progresistas” que piden “sensatez”; de monigotes mediáticos que llaman a volver a la “normalidad”; de letrados sesudos que piden libertad a los genocidas; de la eterna clase media de mierda que aplaude los despidos de “ñoquis” y el “fin de los planes”; de los intelectuales “posmo” que cambiaron a Hegel por Osho; y de las divas mediáticas onda “billetera mata galán”; se preparan para darle la bienvenida a Mr. Obama con alfombra roja, Casi como si fuera un remedo de aquella mítica película española de Javier Berlanga (un genial e ingenioso firulete contra la censura franquista!) titulada  ¡Bienvenido Mr. Marshall!    

    Pero existe otra Argentina. La que sobrevivió a todo. La que todavía se defiende y debe ser capaz de ir por más. El día 24 de marzo llenemos las calles para reafirmar nuestro compromiso con la memoria, la verdad y la justicia, y por el juicio y castigo a todos los culpables. Nuestro homenaje a todos aquellos que lucharon, y hasta dieron su vida por la construcción de una sociedad igualitaria, sin explotación ni opresión de ningún tipo. También nuestro repudio a los elementos locales que detrás de la consigna de “mirar para adelante” quieren consagrar la impunidad y el olvido amén de la miseria y la precarización de los derechos de las masas. Repudiemos con el mismo énfasis la imposición imperial representada por el representante mayor del imperialismo que hoy muestra el guante de seda pero que cuando sea necesario no va a vacilar en volver a desnudar el puño de hierro.

¡NO OLVIDANOS, ¡NO PERDONAMOS, NO NOS RECONCILIAMOS…NI CON LOS VERDUGOS DE ADENTRO NI CON LOS DE AFUERA!

Camilo Torres en la Universidad Nacional de San Marcos, Lima, Perú

.

 

[i]

Camilo Torres Restrepo, el ahora legendario sacerdote y guerrillero colombiano estuvo en la Casona de San Marcos, en la universidad del mismo nombre, en Lima.  Colmó el histórico auditorio llamado Salón general.  Y fue ovacionado al concluir su conferencia, como un torero luego de una artística faena.

Este suceso ocurrió el dos de julio de 1965, cuando Camilo tenía 36 años de edad y a siete meses de su muerte en combate el 15 de febrero de 1966, hace medio siglo.  Pero, ¿cómo así llegó Camilo a San Marcos?

Yo acababa de regresar de Puno en donde me había desempeñado como supervisor regional del programa universitario de Cooperación Popular.  Programa impulsado por el presidente Belaúnde y basado en el desarrollo comunal.  En Lima se realizaba el II Congreso bolivariano de desarrollo de la comunidad.  Me incorporé a dicho evento y me di cuenta que por Colombia participaba Camilo Torres.

Sabía que era un dirigente carismático y que tenía autoridad como para lograr un consenso entre las agrupaciones políticas dispuestas a acabar con el origen de la pobreza de manera revolucionaria y no únicamente a realizar mejoras sectorialmente.  Pero, quería saber más sobre él.  La oportunidad se presentó cuando caminando por uno de los portales de la plaza San Martín, vi en el bar Versalles, frecuentado por artistas e intelectuales, a Aníbal Quijano que recientemente había estado en Colombia.

Quijano fue mi profesor del curso de Estratificación social cuando estudiaba en la escuela de sociología de la universidad de San Marcos.  Le pedí referencias de Camilo Torres.  Me dijo que, efectivamente, Camilo era un dirigente que empezaba a influir en la política; pero, me advirtió: Antonio, no debes olvidar que un cura, siempre es un cura.

A Aníbal Quijano le pedí referencias sobre Camilo por varias razones; pero, sobre todo, porque en América se vivía una efervescencia guerrillera estudiantil; era el  efecto de la onda expansiva de la Revolución cubana. Y, en nuestro país, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) había iniciado las acciones guerrilleras el 9 de junio.  Invitar a un sacerdote a dar una conferencia en San Marcos era insólito.

Tenía la idea de invitarlo a San Marcos desde que me informé que a Camilo lo tenía al alcance de mi mano. Cuando finalizó el referido congreso, observé que Camilo estaba en actitud de espera en la salida del edificio del Ministerio de Trabajo. Vencí mi timidez y lo abordé.  Me dijo que estaba esperando a Gustavo Gutiérrez para almorzar juntos.  Aproveché la espera para invitarlo a dar una conferencia en San Marcos, aceptó inmediatamente. Con el prejuicio que tenemos a los sacerdotes, -como el caso del profesor Quijano-, y sabiendo que Camilo había estudiado sociología en la universidad católica de Lovaina (Bélgica), le propuse un tema académico: el rol del sociólogo en el cambio social.  Luego, con todo desparpajo me replicó: ponle a la conferencia el título que tú quieras.  Entonces, lo cambié: “Papel de los estudiantes en las luchas de liberación nacional”.  Acordamos que le daría el encuentro en el Salón Dorado del palacio de gobierno; puesto que el presidente Belaúnde clausuraría el congreso de desarrollo de la comunidad con una ceremonia protocolar.  En eso llegó Gustavo Gutiérrez, sacerdote y renombrado intelectual, futuro autor de la Teología de la Liberación; aporte peruano al pensamiento universal.

Ambos se percataron del desfile de las limosines alrededor del palacete de la Nunciatura apostólica en donde flameaba la bandera del Vaticano. Era el día de San Pedro y San Pablo, día del Papa,  29 de junio.  Dijeron: esa no es la iglesia de Cristo.  Me invitaron a almorzar y partimos.

Bajamos en la esquina de los jirones Camaná con Moquegua, en la parroquia en donde vive Gustavo Gutiérrez.  Nos dirigimos al costado de la iglesia en el Jr. Moquegua a un restaurante.  Yo me excusé y los dejé conversando.

Ahora, ¿cómo organizar la conferencia en tan corto tiempo?  ¿Quién la auspiciaría?  Aunque había egresado de San Marcos, mantenía vínculos con los estudiantes de la Escuela de Sociología y con los del Frente de Estudiantes Revolucionario (FER) de la Facultad de Letras.  Me acordé de dos amigos y brillantes alumnos de sociología: Luis Rocca, presidente del Centro de estudiantes de sociología y Narda Henríquez, secretaria de cultura.  Ellos se movilizaron y el Centro de Estudiantes de Sociología auspició la conferencia de Camilo.

Un simple pizarrón en el portón de la casona, frente al Parque Universitario, anunciando la conferencia, fue suficiente para colmar las instalaciones del Salón General.  Había una gran expectativa.  Para muchos era un desconocido, un misterio.  No les cabía en su pensamiento que un sacerdote fuese un revolucionario; tal como lo han sido algunos sacerdotes en la Historia…

Fui al encuentro de Camilo al salón dorado del Palacio de Gobierno.  Estaban en plena ceremonia.  Apenas me vio, me dijo: menos mal que has venido temprano para sacarme de este lugar que no es de mi agrado.  Fuimos a pie hasta la Casona de San Marcos.

En el trayecto fui observando a Camilo. Vestía terno negro. Lo recuerdo de pelo negro ondulado, tendría 1.80 m. de estatura; la cabeza y los hombros equilibrados con las caderas; la cabeza erguida y la barbilla recogida; pero con cierta prominencia. El abdomen plano, y las curvas de la columna normales.  La línea de gravedad de su cuerpo corresponde a la de su origen de clase.

Al entrar Camilo hubo un silencio expectante que presagiaba un enfrentamiento.  Habían concurrido estudiantes del FER, con el prejuicio consabido hacia los sacerdotes, un buen número de mujeres y tres sacerdotes norteamericanos de la orden Maryknoll, no sé cómo habían sido informados.  Narda, con el aplomo que la caracteriza, presentó a Camilo.

Camilo reunía todas las condiciones de un orador.  Llegaba a la razón y al corazón de sus oyentes.  Explicó el origen de la pobreza apelando a los estudios de Carlos Marx y expuso los caminos para lograr la justicia social.  Dijo que lo primero que tenían que hacer los estudiantes era conocer, comprender y convivir con el pueblo y después politizar. Además, sentenció que la revolución no era patrimonio de los estudiantes; que su papel era de colaboradores; porque quien realiza la revolución, en los hechos, es el pueblo. Los que vinieron a enfrentarlo, terminaron ovacionándolo.  Al día siguiente partió hacia Bogotá. Luego iría a Santander a incorporarse al  Ejército de Liberación Nacional.

A los pocos meses enciendo la radio y me doy de bruces con la noticia: Camilo Torres ha muerto en combate.  Acababa de casarme y estaba próximo a ser padre estaba muy sensible, mis ojos se enrojecieron.  Ahora, luego de cincuenta años, la guerrilla continúa combatiendo…

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Lima, Unidad Vecinal N°3, febrero 15 del 2016.

 

Añadimos aquí una liga para escuchar la canción “Cruz de luz” dedicada a Camilo Torres, cuyo autor es Daniel Viglietti, cantada por Víctor Jara:

https://www.youtube.com/watch?v=_rllf7Df10o

y un texto de Camilo Torres:

(La compilación de mensajes de Camilo Torres –a los desempleados, estudiantes, mujeres, presos políticos, cristianos, sindicalistas, oligarquía, militares, comunistas, colombianos– está disponible en PDF en:

https://www.eln-voces.com/descargas/libros/eln/022-MENSAJES-CAMILO.pdf)

Mensaje a los Cristianos

Frente Unido, Num. 1, 26 de agosto de 1965

Camilo Torres

 

Las convulsiones producidas por los acontecimientos políticos, religiosos y sociales de los últimos tiempos, posiblemente han llevado a los cristianos de Colombia a mucha confusión. Es necesario que en este momento decisivo para nuestra historia, los cristianos estemos firmes alrededor de las bases esenciales de nuestra religión.

Lo principal en el Catolicismo es el amor al prójimo. "El que ama a su prójimo cumple con su ley." (S. Pablo, Rom. XIII, 8). Este amor, para que sea verdadero, tiene que buscar eficacia. Si la beneficencia, la limosna, las pocas escuelas gratuitas, los pocos planes de vivienda, lo que se ha llamado "la caridad", no alcanza a dar de comer a la mayoría de los hambrientos, ni a vestir a la mayoría de los desnudos, ni a enseñar a la mayoría de los que no saben, tenemos que buscar medios eficaces para el bienestar de las mayorías.

Esos medios no los van a buscar las minorías privilegiadas que tienen el poder, porque generalmente esos medios eficaces obligan a las minorías a sacrificar sus privilegios. Por ejemplo, para lograr que haya más trabajo en Colombia, sería mejor que no se sacaran los capitales en forma de dólares y que más bien se invirtieran en el país en fuentes de trabajo. Pero como el peso colombiano se desvaloriza todos los días, los que tienen el dinero y tienen el poder nunca van a prohibir la exportación del dinero, porque exportándolo se libran de la devaluación.

Es necesario entonces quitarles el poder a las minorías privilegiadas para dárselo a las mayorías pobres. Esto, si se hace rápidamente es lo esencial de una revolución. La Revolución puede ser pacífica si las minorías no hacen resistencia violenta. La Revolución, por lo tanto, es la forma de lograr un gobierno que dé de comer al hambriento, que vista al desnudo, que enseñe al que no sabe, que cumpla con las obras de caridad, de amor al prójimo, no solamente en forma ocasional y transitoria, no solamente para unos pocos, sino para la mayoría de nuestros prójimos. Por eso la Revolución no solamente es permitida sino obligatoria para los cristianos que vean en ella la única manera eficaz y amplia de realizar el amor para todos. Es cierto que "no haya autoridad sino de parte de Dios" (S. Pablo, Rom. XIII, 1). Pero Santo Tomás dice que la atribución concreta de la autoridad la hace el pueblo.

Cuando hay una autoridad en contra del pueblo, esa autoridad no es legítima y se llama tiranía. Los cristianos podemos y debemos luchar contra la tiranía. El gobierno actual es tiránico porque no lo respalda sino el 20% de los electores y porque sus decisiones sales de las minorías privilegiadas.

Los defectos temporales de la Iglesia no nos deben escandalizar. La Iglesia es humana. Lo importante es creer también que es divina y que si nosotros los cristianos cumplimos con nuestra obligación de amar al prójimo, estamos fortaleciendo a la Iglesia.

Yo he dejado los privilegios y deberes del clero, pero no he dejado de ser sacerdote. Creo que me he entregado a la Revolución por amor al prójimo. He dejado de decir misa para realizar ese amor al prójimo, en el terreno temporal, económico y social. Cuando mi prójimo no tenga nada contra mí, cuando haya realizado la Revolución, volveré a ofrecer misa si Dios me lo permite. Creo que así sigo el mandato de Cristo: "Si traes tu ofrenda al altar y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda" (S. Mateo V, 23-24).

Después de la Revolución los cristianos tendremos la conciencia de que establecimos un sistema que está orientado por el amor al prójimo.

La lucha es larga, comencemos ya...

Camilo Torres

 

[i] Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Lima, Unidad Vecinal N°3, febrero 15 del 2016.

Misión Internacional "Justicia para Berta Cáceres" arroja preocupantes conclusiones preliminares

.

 

COMUNICADO DE PRENSA

Misión Internacional "Justicia para Berta Cáceres" arroja preocupantes conclusiones preliminares

Tegucigalpa, 21 de marzo de 2016

El 21 de marzo culminó su visita a Honduras la Misión Internacional "Justicia para Berta Cáceres", que ha desarrollado sus actividades en el país centroamericano entre el 17 y el 21 de marzo, contando con la participación de 14 representantes parlamentarios, expertos/as y activistas provenientes de 9 países de América Latina y Europa. Entre los/as integrantes se encontraban: una representante de las Madres de la Plaza de Mayo - Línea Fundadora, diputado/as de los Congresos español y mexicano y del Parlamento Europeo,  una ex - Magistrada de la Corte Suprema de El Salvador, representantes  de importantes sindicatos como son el estadounidense AFL/CIO-CSA, y la Unión Nacional de Trabajadores de México (UNT-CSA), así como integrantes  de organizaciones de alcance regional tales como Jubileo SurAmigos de la  Tierra América Latina y el Caribe (ATALC), y de redes globales como la  Campaña Global para Desmantelar el Poder de las Transnacionales y poner fin a la Impunidad, entre otro/as.

La Misión fue desplegada en aras de entrevistarse con instancias y funcionarios/as gubernamentales, judiciales y parlamentarios/as, así como representantes de  los movimientos sociales hondureños, representantes de las Naciones  Unidas, y de la Embajada de los Estados Unidos y de la  Representación diplomática de  la Unión Europea en este país. Todo ello con el objetivo de contribuir  al esclarecimiento del asesinato de la líder indígena lenca Berta  Cáceres a inicios del mes de marzo de este año y de sostener la urgencia  de la liberación inmediata del integrante de MAPDER y coordinador  de Otros Mundos A.C./Amigos de la Tierra México, Gustavo Castro Soto,  así como la garantía de su integridad personal y de su retorno a  México.

La fatal agresión que acabó con la vida de la ganadora del Premio Goldman 2015 e hirió al reconocido activista mexicano ha sido analizada por la Misión no como un hecho puntual, sino en el marco de la represión continua y sistemática de las y los defensores de los Derechos Humanos y del medio ambiente en Honduras. En  este país se proyectan e implementan, de forma violenta en los territorios de comunidades indígenas y campesinas, un gran  número de megaproyectos de infraestructuras, tal como el Proyecto “Agua  Zarca”, contra el cual luchaban Berta Cáceres y la organización que  coordinaba, el Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas (COPINH).  Por regla general, estos megaproyectos son llevados a cabo sin respetar  el derecho a la Consulta previa e informada de las comunidades. En  particular en el ámbito de los recursos hídricos, tras el Golpe de  Estado de 2009, se aprobó una Ley General de Aguas y de Minería que ha provocado  que se adjudicaran sin las evaluaciones ambientales pertinentes, ni el respeto del Derecho a la consulta previa e informada, un gran número de  concesiones y proyectos mineros. Estos megaproyectos se encuentran facilitados y promovidos por los Tratados de Libre Comercio tal como aquel firmado entre Estados Unidos y Centroamérica o los Acuerdos de Asociación y de protección de  las inversiones como aquel firmado con la Unión Europea. Estos tratados aseguran los intereses de las empresas  transnacionales, pero no disponen de ninguna norma vinculante que sancione el respeto de los derechos humanos. Ante esta situación, organizaciones de  comunidades afectadas como COPINH se encuentran en la línea de mira de  la represión. Al respecto, el Diputado español e integrante de la  Misión, Pedro Arrojo destacó que “hemos  recogido testimonios de un gran número de amenazas que han recibido  tanto Berta Cáceres como su familia y otros integrantes de COPINH desde  2013 hasta el día de hoy”.

Los  resultados preliminares de la Misión han sido presentados el día de hoy en el marco de una rueda de prensa, que ha contado con una importante cobertura mediática y que ha sido retransmitida en directo a nivel  internacional. Entre sus primeras conclusiones, la Misión remarcó la gravedad de la falta de garantías en Honduras en términos de los principios democráticos, las libertades fundamentales y los derechos humanos. En ese sentido, recordó que lo/as jueces suelen ser el objeto de actos de intimidación, lo que conlleva una notable falta de independencia en el sistema judicial frente al Gobierno. Asimismo, la Misión constató la flagrante transgresión del Derecho Internacional en la implementación de los megaproyectos y de aquel de “Agua Zarca” en particular, en razón de las acciones y omisiones de la empresa DESA y del propio Gobierno hondureño. Se vinculó este hecho con los estrechos vínculos entre el Gobierno y diversos poderes económicos tales como las grandes empresas e instituciones financieras internacionales que participan en los proyectos. La Misión afirmó no haber encontrado ninguna voluntad política del Gobierno hondureño de cara a la lucha contra la impunidad en la violación de los Derechos Humanos, y que el propio sistema de protección no funciona. Su fracaso explica en parte que Berta Cáceres, que gozaba de medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos fuera asesinada. A la vez, la Misión observó que no existen razones legales que justifiquen continuar restringiendo la libertad de Gustavo Castro Soto, prohibiendo su regreso a México. Peor aún, de acuerdo con sus integrantes, como testigo directo del asesinato de Berta Cáceres Flores, su vida corre peligro al permanecer en Honduras.

La Misión enunció recomendaciones preliminares para el Estado de Honduras de forma general y específica en lo que atañe a los casos de Berta Cáceres y de Gustavo Castro. Asimismo, emitió recomendaciones preliminares para los Gobiernos de los Estados Unidos y de la Unión Europea. En ese sentido, la Misión Internacional afirmó que Consejo Europeo debería suspender el Acuerdo de  Asociación con Honduras mientras se incumpla la obligación de “alcanzar  el pleno cumplimiento de todos los derechos humanos y libertades  fundamentales”. Asimismo, la Misión solicitó al Gobierno  de EEUU que aclare las condiciones y términos de su  participación en la investigación del asesinato de Berta Cáceres. Además, ante las irregularidades surgidas en la investigación del asesinato de  Berta Cáceres y de otros miembros del COPINH, la Misión apuntó que se debería evaluar la  financiación proveniente del Estado español y de la Unión Europea al Programa EuroJusticia.

Durante la Rueda de Prensa, se destacó que el Gobierno de  Honduras se había caracterizado por la falta de transparencia y de  claridad sobre el caso de Berta Cáceres. De hecho, la Misión  Internacional, recogiendo la petición del COPINH, y respondiendo a la  amplia desconfianza social que genera la impunidad de los múltiples  asesinatos ocurridos hasta la fecha,manifestó  su respaldo a la demanda de una investigación independiente, con la  participación de  organismos internacionales de Derechos Humanos, como  la Comisión  Interamericana de Derechos Humanos.

Durante la rueda de prensa, Gustavo Lozano, Académico y Abogado de la coalición de  movimientos sociales  por el agua y por la tierra (MAPDER y REMA),  recordó que “Gustavo Castro es una figura tan relevante como Berta Cáceres. La Misión Internacional denuncia su retención ilegal en Honduras”.  A su vez, Tom Kucharz, integrante de la Campaña Global  para Desmantelar  el Poder de las  Transnacionales y  poner fin a la Impunidad comentó que “próximamente  se preparará un informe final y habrá un trabajo intenso con las  instituciones parlamentarias a nivel regional e internacional sobre este  caso. El compromiso ético y moral que se lleva la Misión Internacional  es de poner todo su empeño para conseguir Justicia para Berta Cáceres”.

Contacto con la Misión:

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

La delegación fue conformada por:

Miguel Urbán Crespo - Europa, Eurodiputado PODEMOS - Grupo de Izquierda Unitaria Europea, Izquierda Verde Nórdica GUE/NGL

Nora Cortiñas - Argentina, Madre de Plaza de Mayo-Línea Fundadora

Candelaria Ochoa – Diputada del Congreso mexicano

Pedro Arrojo – España, Diputado de PODEMOS en el Congreso de los Diputados de España

José Olvera - México, UNT-CSA México, Unión Nacional de Trabajadores / Confederación Sindical de Trabajadores y Trabajadoras de las Américas

Beverly Keene   - Argentina, Coordinadora Diálogo 2000-Jubileo Sur Argentina,  integrante de la Campaña Global para Desmantelar el Poder de las  Transnacionales y  poner fin a la Impunidad.

Mirna Perla Jiménez - El Salvador, Ex Magistrada Corte Suprema de Justicia de El Salvador

Brian Finnegan - Estados Unidos, AFL/CIO – CSA. Federación estadounidense del trabajo y congreso de organizaciones industriales

Zulma Larin - El Salvador, Coordinadora Red de Ambientalistas Comunitarios y Coordinación de la Alianza por la Gobernabilidad y la Justicia

Natalia Atz Sunuc  - Guatemala, Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe (ATALC),  integrante de la Campaña Global para Desmantelar el Poder de las  Transnacionales y poner fin a la Impunidad.

Gustavo Lozano  - México, Académico y Abogado de la coalición de movimientos sociales  por el agua y por la tierra (MAPDER y REMA) en articulación con el  movimiento centroamericano.

Tom Kucharz  - España, Asesor político de la delegación de PODEMOS en el Parlamento  Europeo, integrante de la Campaña Global para Desmantelar el Poder de  las Transnacionales y poner fin a la Impunidad.

Miguel Ángel de los Santos - México, Abogado de la Red Iberoamericana de Jueces.

Asesinan a Berta Cáceres, dirigente indígena del pueblo Lenca de Honduras

.

 

Minga Informativa de Movimientos Sociales

Asesinan a Berta Cáceres, dirigente indígena del pueblo Lenca de Honduras

OFRANEH

En horas de la madrugada del día de hoy (3 de marzo de 2016), fue asesinada Berta Cáceres por al menos dos individuos que se introdujeron en su casa de habitación en la Esperanza, Intibuca.

Berta durante décadas demostró un enorme coraje ante las presiones territoriales sufridas por el pueblo Lenca, desafiando a los regímenes autoritarios que han impuesto un feudalismo especialmente en las áreas habitadas por los pueblos indígenas en Honduras.

En los últimos años su lucha contra las represas en el territorio Lenca la conllevó a ganar el Premio Goldman, al mismo tiempo que sus enemigos políticos y empresarios asociados a la empresa DESA iniciaron una campaña de desprestigio y persecución en su contra.

El asesinato ocurre en medio de un país convulsionado por una grave crisis económica y afectado por la violencia estructural imperante, al mismo tiempo que la administración gubernamental es cuestionada por su corrupción e incompetencia.

La lucha emprendida por Berta, en la defensa de los ríos en el territorio Lenca, es un paradigma para el pueblo hondureño, el que observa cómo la reducida élite de poder del país se viene apoderando de los bienes comunes, apoyados por la administración gubernamental de Juan Hernández, que se ha dedicado a repartir licencias ambientales sin efectuar consulta alguna con las comunidades afectadas.

El dolor por el asesinato de Berta embarga a nuestro pueblo, el que siempre ha contado con el apoyo y acompañamiento de los hermanos y hermanas Lencas del COPINH. Para los hondureños comprometidos con la defensa de la naturaleza y los derechos humanos, Berta ha sido como un faro, siempre indicándonos el camino en medio de la tormenta en que se encuentra sumido nuestro país.

Berta vive y la lucha continúa.

Sambo Creek, tres de marzo de 2016.

Organización Fraternal Negra Hondureña, OFRANEH

Condenamos el asesinato de Berta Cáceres

.

 

Quienes firmamos la presente, organizaciones y personas comprometidas con los derechos humanos en el estado de Oaxaca, México, juntamos nuestras voces paracondenar el asesinato de la activista hondureña Berta Cáceres, indígena ecologista fundadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, a quien reconocemos como hermana nuestra en la defensa de los derechos humanos relacionados con la tierra, el territorio y sus recursos.

Berta Cáceres, guardiana de los ríos, asesinada este jueves en la madrugada en su propia casa en La Esperanza, era líder de la comunidad indígena lenca y una prominente defensora de los derechos humanos. En abril de 2015 se le reconoció con el Premio Medioambiental Goldman, el máximo reconocimiento mundial para activistas de medio ambiente, por su lucha contra la construcción de la represa de Agua Zarca, que la llevó a enfrentarse con el gobierno de su propio país; con el constructor más grande de represas del mundo, la compañía china Sinohydro, y con la Corporación Financiera Internacional, institución del Banco Mundial.

El asesinato de Berta Cáceres no es sólo un agravio a los pueblos indígenas de Honduras, sino también un atentado contra los movimientos sociales de resistencia al neoliberalismo en Mesoamérica entera.

Aunque el gobierno criminal de Honduras intente deslindarse del asesinato, aduciendo motivos como delincuencia común u otros, es evidente su responsabilidad, sea por acción o, mínimo, por omisión, al incumplir su obligación de proteger el trabajo de defensa de los derechos humanos.

Llamamos a nuestras y nuestros pares alrededor del mundo para que nuestra indignación se convierta en acción, y nos concentremos en embajadas y consulados de Honduras para exigir el cese de la represión de los gobiernos, de las empresas trasnacionales y de los organismos multilaterales, que han echado a andar su maquinaria asesina en nuestros países mesoamericanos para imponer a sangre y fuego su modelo neoliberal, intentando desmantelar los procesos organizativos que resistimos de manera pacífica en defensa de la tierra y los bienes naturales, contra su privatización y para el disfrute común de la humanidad.

Exigimos a la Organización de Estados Americanos y a la Organización de las Naciones Unidas que aborden de inmediato el presente caso, a través de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, así como sus relatorías y grupos de trabajo relacionadas con pueblos originarios, defensores de derechos humanos y ejecuciones extrajudiciales.

Exigimos igualmente su intervención inmediata para salvaguardar la seguridad y la integridad de las y los demás participantes en el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, así como de Gustavo Castro Soto, mexicano integrante de la Organización Otros Mundos Chiapas/Amigos de La Tierra México, la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), el Movimiento Mexicano de Afectados por Presas (MAPDER) y el Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero (M4), sobreviviente del ataque en el que fue asesinada Berta Cáceres, y de los y las defensoras de derechos humanos en Honduras.

¡JUSTICIA PARA BERTA CÁCERES!

¡JUSTICIA PARA EL PUEBLO HONDUREÑO!

¡JUSTICIA PARA LOS PUEBLOS DE MESOAMÉRICA!

¡EL AGUA NO SE VENDE!

¡POR UN MUNDO DONDE QUEPAN MUCHOS MUNDOS!

Oaxaca de Juárez, 4 de marzo de 2016

 

Firman:

Red de Defensoras y Defensores Comunitarios de los Pueblos de Oaxaca – REDECOM

Colectivo Oaxaqueño en Defensa de los Territorios

Servicios para una Educación Alternativa A.C. - EDUCA

Consorcio para el Diálogo Parlamentario Oaxaca A.C.

Comuna Oaxaca

Servicios Universitarios y Redes de Conocimientos en Oaxaca A.C. - SURCO

Red por los derechos sexuales y reproductivos, DDESER Oaxaca

SERvicios del Pueblo Mixe A.C.

Centro de Apoyo al Movimiento Popular Oaxaqueño A.C.

Enlace, Comunicación y Capacitación A.C.

Luna del Sur A.C.

Asesoría Integral y litigios Estratégicos a pueblos originarios - ASER-LITIGIO A C.

Centro de Derechos Indígenas Flor y Canto A. C - Flor y Canto

Tianguis Indígena Multicultural, A.C.

Espacio de Encuentro de las Culturas Originarias, A.C.

Colectivo Tutuma

Iniciativas para el Desarrollo de la Mujer Oaxaqueña -IDEMO

Grupo Mesófilo

Preparatoria comunitaria José Martí de San Francisco Ixhuatán

MIE NILLU MAZATECO A.C.

Diversidades y no Discriminación A.C.

Ojo de Agua Comunicación A.C.

Mujer Nueva

Universidad de la Tierra en Oaxaca

Centro Intercultural de Encuentros y Diálogos

Red Intercultural de Acción Autónoma

Organizaciones Indias por los Derechos Humanos en Oaxaca - OIDHO

Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Gobixha A.C. -Código-DH

Centro de Derechos Humanos Tepeyac del Istmo de Tehuantepec, A.C.

Centro de Derechos Humanos y Asesoria a Pueblos Indigenas A.C. - CEDHAPI

Centro Autónomo para la Creación Intercultural de Tecnologías Apropriadas - CACITA

Asamblea Mixe para el Desarrollo Sostenible A.C.

Centro de Apoyo para la Educacion y Creatividad Calpulli A. C.

Coordinadora de Pueblos con el Cuidado y la Defensa del Agua - COPUDA

Consejo de Organizaciones Oaxaqueñas Autónomas, COOA

Voces Oaxaqueñas Construyendo Autonomía y Libertad – VOCAL

Coordinadora de los Pueblos Unidos del Valle de Ocotlán - COPUVO

Consejo de Pueblos Unidos en Defensa del Río Verde – COPUDEVER

Frente de Izquierda Revolucionaria – FIR

Comité por los derechos humanos en América latina – CDHAL

Consejo Indígena Popular de Oaxaca “Ricardo Flores Magón” – CIPO-RFM

Jóvenes por el Socialismo

Frente de Pueblos Indígenas y Migrantes – FDPIM

Unión de pueblos Originarios – UPO

Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo - UCIZONI

Frente de Autoridades Municipales y Agrarias – FAMA

Mungierndyck Defensores del Mar A.C.

Red Nacional Católica de Jóvenes por el Derecho de Decidir - RNCJDD OAXACA

Católicas para el Derecho a Decidir A.C.

Comunidades Campesinas y Urbanas Solidarias con Alternativas, A.C. - COMCAUSA

Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez, Oaxaca, Sociedad Civil (UNOSJO S.C.)

Colectivo Nashwin, Biología y Cultura A.C.

Ngul Kuidi: abriendo senderos de Autonomía

Colectivo Bolivariano

Red de Mujeres Activistas y Defensoras de Derechos Humanos de Oaxaca

Bibaani A.C. (Ixtepec)

Comite Ixtepecano en Defensa de la Vida y el Territorio

Unitierra Istmo

Comité para la Defensa de la Integridad Territorial y Cultural de Magdalena Teitipac

Comunidad de Magdalena Teitipac, Tlacolula

Comisariado de Bienes Comunales de Capulalpam de Mendez

Gustavo Esteva