33, Septiembre-Octubre de 2014

Editorial: Pienso, luego me desaparecen

La burguesía  -salvo en sus orígenes- ha representado al crepúsculo;  recordemos que  la ausencia de las figuras del alba le es inherente. Una vez más la burguesía nativa  y la narco mafia  han cernido el crepúsculo sobre la sociedad mexicana sin prever los impactantes alcances de la  respuesta popular. La burguesía y la mafia han sido objeto de  repudio moral y político por representar el maridaje de la muerte, la impunidad y la renuncia al patrimonio de la nación.

En el momento de escribir estas líneas, ha pasado más de un mes sin noticias veraces respecto a la investigación que las “autoridades” realizan sobre el asesinato de seis personas y la desaparición forzada de otros 43 estudiantes de la Normal  Rural Raúl Isidro Burgos con sede en Ayotzinapa, Guerrero.

El tiempo transcurre y con ello el dolor y la angustia de los familiares, condiscípulos y de todos aquellos que tenemos la esperanza de que los desaparecidos sean rescatados con vida. No por casualidad se han levantado las banderas del alba. Amplios sectores se han movilizado en todo el país, encabezados por los estudiantes, maestros y familiares de las víctimas  en torno a la defensa del derecho a la vida y también a la educación pública, laica y gratuita. Una voz coral se hace sentir dentro y fuera del país:

¡Vivos se los llevaron! ¡Vivos los queremos!


Foto: proceso.com.mx

La sostenida protesta ciudadana se ha mundializado y al hacerlo ha dejado clara la línea de continuidad existente entre el PRI,  el PAN y el PRD, aquella que ha multiplicado las fosas llenas de cadáveres a lo largo y ancho del país, al mismo tiempo que se aboca al saqueo de las arcas públicas y a la entrega de los bienes de la nación a las corporaciones transnacionales.

Los hechos de Iguala han rebasado el ámbito nacional y alcanzado una relevancia internacional y que pone de manifiesto la colusión que guardan entre sí funcionarios, políticos, cuerpos policiales y mafias delictivas. Una colusión que no es de ahora y que demuestra el fracaso de las supuestas medidas que se han tomado para combatir el narcotráfico y la corrupción de los políticos y partidos, a los que no escapan el “Verde Ecologista” ni el PRD.


Foto: terra.com

Es urgente dar resultados creíbles sobre las investigaciones en curso, que tienen múltiples deficiencias, como lo ha señalado Amnistía Internacional.

La renuncia del impresentable gobernador no resuelve el problema de fondo:  en este momento lo prioritario es rescatar con vida a los 43 estudiantes desaparecidos y que ésta resolución sea la punta de lanza para resolver las  miles de desapariciones y asesinatos en el país.

En sucesión dolorosa e indignante, un escándalo mata otro escándalo. En tanto, la voluntad ciudadana y la organización del pueblo se orientan a favor de la reforma del  Estado. Las demandas de protección y respeto de los derechos ciudadanos, de no a la corrupción y la impunidad y de defensa del patrimonio de la nación, están a la orden del día.