16, Diciembre de 2012

Fiestas navideñas en México

 

La navidad es la fiesta litúrgica del nacimiento de Jesús. Los cristianos que la celebran lo hacen de diferente manera, de acuerdo con las costumbres del país o incluso de la región en que viven. Independientemente de las particularidades de esta celebración su esencia es la conmemoración del nacimiento de Jesucristo.

Las primeras navidades están ligadas al solsticio de invierno, fecha asociada con la luz y la vida, con la fertilidad y las buenas cosechas

 

A grandes rasgos abordaremos en este texto algunas costumbres navideñas en México, dentro de las cuales destacan  las famosas posadas que semejan la peregrinación de María y José hacia Jerusalén, las novenas con cantos religiosos, una tradición nacida en la Colonia para evangelizar a los indígenas, las piñatas llenas de dulces y frutas y algunas veces de regalos, en donde se  entonan cantos mientras se golpea con un palo, y cae su contenido como símbolo de prosperidad. Las pastorelas, representaciones teatrales sobre la lucha entre el bien y el mal. El viejo, un muñeco lleno de explosivos que se quema en la última noche del año, despidiendo así al año que se va, la rama y las calendas.

En el México prehispánico se celebraba el advenimiento de Huitzilopochtli (Dios de la guerra) durante la época invernal o PANQUETZALISTLI, que comprendía del 17 al 26 de diciembre y que coincidía con la época en que los europeos celebraban la navidad. Estas celebraciones fueron aprovechadas por los frailes para la catequización de los indígenas y la imagen de Huitzilopochtli fue sustituida por la de José y María.

 

La Rama

Es una fiesta tradicional que tiene lugar durante las fechas de las posadas, principalmente en el sur del estado de Veracruz, desde las llanuras de Sotavento, cuenca del Papaloapan y los Tuxtlas, se comenta que nace de la mezcla de las costumbres de los grupos de afroantillanos que llegaron a Veracruz  y de los mestizos. Principalmente está asociada a los niños que toman la rama de un árbol, la adornan con esferas y otros elementos navideños y salen a la calle a entonar sus cánticos de puerta en puerta con la esperanza de recibir su aguinaldo. A diferencia del árbol de Navidad, la rama no se deja plantada en un lugar específico, sino que se realiza una procesión. Esta procesión se realiza en la noche, pasando por varias casas hasta llegar a la casa elegida para improvisar la fiesta, donde hay dulces típicos y piñatas. Durante el trayecto se pide un pequeño aguinaldo y se cantan versos  Los cantos son variados y han sufrido modificaciones, por desgracia esta tradición ha disminuido pero en afán de recuperación, se realizan concursos anuales para mantenerla viva.

Naranjas y limas
limas y limones
más linda es la virgen
que todas las flores

 

Así es como inicia la primera estrofa de este canto popular originalmente  de Veracruz y ahora extendido a los estados de Campeche, Yucatán, Tabasco y Chiapas.

Prácticamente todos los versos hacen mención al niño Jesús, festejando su nacimiento, pero con la insinuación de que quienes cantan puedan recibir regalos

Hola buenas noches, ya estamos aquí

Aquí está la rama que les prometí

Que les prometí venir a cantar

Pero mi aguinaldo me tienes que dar

Me tienes que dar con mucho cariño

Como se lo dieron los reyes al niño

Los reyes al niño le dieron regalos

Y usted señorita me da mi aguinaldo

Buenas noches damos

Buenos caballeros,

A cantar venimos

Al Rey de los Cielos.

 

Salgan para afuera

Miren que bonito, verán a la Rama

Con sus farolitos.

 

La letra de las estrofas es variada y alude a la respuesta que tienen los moradores de las casas visitadas con el otorgamiento de los aguinaldos solicitados

Ya se va la rama

Muy agradecida

Porque en esta casa

Fue bien recibida

 

Si por el contrario no reciben aguinaldo cantan la siguiente estrofa:

Ya se va la rama

Muy decepcionada

Porque en esta casa

No le dieron nada

Estos versos pueden variar de la siguiente forma

Ya se va la rama,

Con patas de alambre

Porque en esta casa,

están muertos de hambre

 

No faltan los versos picarescos típicos en una región como Veracruz

Ya se va la rama con muchos conejos,

Porque en esta casa, se hicieron…

 

Piñatas

Es difícil concebir una posada en México sin la tradicional piñata, considerada hoy en día como una de las artesanías más bellas del país.

Las fuentes históricas mencionan que la primera piñata fue elaborada en Acolman, Edo. De México en el intento de los frailes agustinos por la conversión de los indígenas a la religión cristiana.

Se dice que la primera piñata surge en Italia en donde se regalaban ollas llenas de de regalos a los trabajadores en las fiestas de Cuaresma.

Sin embargo, se atribuye a Marco Polo (siglo XII) el haber llevado la piñata a Italia después de conocerlas en Oriente. Los chinos confeccionaban una figura de vaca, buey o búfalo cubierta de papeles de colores a las que colgaban instrumentos agrícolas. Estaban rellenas de 5 clases de semillas que se derramaban al golpearlas y romperlas con varas de diferentes colores. El papel se quemaba y la gente trataba de obtener esas cenizas consideradas de buena suerte.

Regresando a la piñata mexicana. El colorido papel que se agrega para hacerla más vistosa representa los placeres superfluos (los siete pecados capitales) Soberbia, Lujuria, Avaricia, Ira, Gula, Envidia y Pereza, representadas por los siete picos que tienen las piñatas tradicionales.

En México, los españoles adaptaron la práctica a las fiestas decembrinas para atribuirle un nuevo significado: el demonio y los siete pecados capitales, los cuales serían destruidos con los ojos vendados, pues recordemos que la fe es ciega, ayudados por un palo, como símbolo de la virtud, que destruye las tentaciones.

Cuando la piñata se rompe y derrama su contenido (cacahuates, tejocotes, naranjas, mandarinas, cañas dulces, jícamas), este contenido representa las bienaventuranzas que se ganan al vencer al diablo.

Sea cual fuera su origen la piñata se incorpora en México como parte de las posadas, extendiéndose su uso con mucha rapidez, aunque en un tiempo tuvo la prohibición de la iglesia que veía como durante estas celebraciones había cantos llenos de picardía, que devaluaban el valor solemne y religioso de esta fiesta. El clero prohibió terminantemente la piñata entre 1788 y 1796, pero ante el poco éxito para erradicarla del ánimo popular, esta prohibición se levantó en 1818.

 

Noche de rábanos

Tradición que viene desde la colonia e implantada por los frailes dominicos quienes fueron los que enseñaron el cultivo de hortalizas y flores a los grupos de naborías (zapotecos y mixtecos) que servían en la casa de los vecinos. A ellos se les concedió por mandato del virrey Luis de Velazco (7 de julio de 1563)  los terrenos cercanos al barrio de la Noria y Cinco Señores fundando el pueblo de Trinidad de las Huertas o de las Naborías.

Originalmente, en los puestos instalados en la plaza de armas exponían sus verduras para la venta y para hacerlas más atractivas empezaron a crear figuras con rábanos, adornándolas con coliflores y flores hechas con cebollas tiernas.

Año con año, el 23 de diciembre los hortelanos exponen en la plaza de la Constitución en Oaxaca sus figuras de rábanos, participando en un concurso, el cual fue iniciado en 1897.

Estas figuras elaboradas con una maestría sin igual, van acompañadas de flor inmortal y de totomoxtle, en ingeniosas representaciones, escenas de navidad y costumbres propias de la región.

 

Las calendas

Ese mismo día los templos católicos preparan carros alegóricos a la Navidad o bien al Santo o Santa Patrón(a) del vecindario. Se reúnen a las once de la noche en el zócalo, acompañados en su camino por coheteros, bandas de música, faroles y las madrinas con el niño Dios.

Se conjuga con estas fechas la festividad de la Virgen de la Soledad (18 de diciembre), las fiestas duran 15 días. La víspera de la celebración se lleva a cabo una calenda integrada por vecinos, sin importar la clase social, donde no pueden faltar los cohetes y las bandas de música.

 

Las pastorelas

Para celebrar una navidad 100% mexicana, resulta casi un deber presenciar una pastorela en donde los personajes característicos son los diablos, los pastorcitos  los angelitos. Estas pastorelas representan la lucha entre el bien y mal muchas veces de una manera cómica, pero aunque así sea, es al fin y al cabo una reverencia al nacimiento del Niño Jesús.

De donde surge. Tiene sus antecedentes en la época colonial cuando los evangelizadores aprovecharon la tradición teatral de la cultura indígena para difundir en forma didáctica el cristianismo.

Los jesuitas fueron los principales impulsores de estas pastorelas.

Desde el punto de vista religioso, la pastorela es la recreación de los problemas que enfrentan un grupo de pastores para llegar a la adoración del Niño Jesús, nacido en Belén.

En su trayecto luchan contra Lucifer, quien representando los siete pecados capitales pone todo tipo de trampas y obstáculos para hacerlos desistir. El arcángel San Miguel libra una intensa batalla con el y finalmente lo vence. Se trata en suma de un enfrentamiento entre el bien y el mal.

Originalmente representadas en los templos, adquieren un nuevo carácter al salir a las plazas y las calles. En estos nuevos espacios surgen las pastorelas más pícaras que dejando a un lado su lenguaje pulcro, dieron paso a las de un sentido irónico y cómico y algunas veces político.

Como una modalidad teatral surgió a partir de que el periodista liberal Joaquín Fernández de Lizardi (El Pensador Mexicano), escribe en el siglo XIX “La noche más venturosa”, que es la primera pastorela que se representó en os escenarios con actores profesionales y con un lenguaje culto.

En una pastorela no pueden faltar los cantos y música tradicional, las danzas y otras manifestaciones populares.

 

El viejo

En la búsqueda de información para este escrito, nos encontramos un artículo del Sr. Ricardo Cañas, el cual trascribimos casi en su totalidad por ser uno de los muchos antecedentes de los actos de protesta social que se han llevado a cabo en nuestro país y desconocidos para nosotros.

“De las fiestas decembrinas mexicanas, una de las tradiciones   que se distinguen por ser mas alegres y bullangueras es la de “El Viejo” que nace en el puerto de Veracruz   como resultado de un reclamo ante la injusta repartición de un incentivo de fin de año entre los trabajadores el antiguo muelle.

 

Los trabajadores del antiguo muelle

El arduo trabajo de cargar y descargar las mercancías de los barcos al muelle lo trasladaban los “falueros”   que mediante sus falúas –lanchas- trasladaban las mercancías y pasajeros de los barcos al muelle y viceversa pues los barcos no podían amarrarse al muelle por la poca profundidad. Ya estando las mercancías y maletas en el muelle eran trasladadas por tierra por los cargadores y carretilleros que eran muy unidos entre sí, ya que cuando intentaron meter un servicio de ferro-carril urbano al muelle entre todos se opusieron y no lo permitieron ya que eso los remplazaría.

 

El grito de protesta ante la injusticia

Un 24 de diciembre de 1875 los asoleados y sudorosos trabajadores del muelle  veían con cierto enojo como los directivos y personal de la Aduana por ser fin de año se repartían entre ellos algunos productos que llegaban en los barcos, u obtenían un dinero extra de los negocios porteños que recibían los productos de importación; cosa que los jornaleros no recibían. Fue entonces cuando el líder de una cuadrilla de cargadores, M. A. Bovril, junto con un grupo de jornaleros comenzaron a manifestarse por este injusto suceso,   tomaron objetos metálicos como tapas, latas, cencerros y comenzaron a hacer un tremendo escándalo que inicio ahí en la Puerta del Muelle y fue llevado a los barrios donde vivían algunas de   las personas que se beneficiaban, llegando hasta el patio de “El Panamericano”, es entonces  cuando Bovril es apresado por la policía y encerrado en la Cárcel Municipal que se encontraba en los bajos del Palacio Municipal, sus compañeros se reunieron y lo acompañaron lográndolo sacar pagando la multa que sumaba la grandiosa cantidad de $ 12 pesos de aquélla época.

 

La protesta se repite…pero con buenos resultados

Al año siguiente -1876- justamente en los últimos días del año Bovril volvió a organizar una cuadrilla de jornaleros para hacer escándalo por la ciudad, estas  cuadrillas de trabajadores del muelle estaban conformadas por cubanos, porteños, chinos, veracruzanos sotaventinos residentes en la ciudad, que   con mucho sabor   fueron poco apoco poniéndole ritmo a este grito de protesta, llevaron este desorden a los domicilios de los patrones y empresarios beneficiados con el trabajo aduanero, que para quitárselos de encima les daban algún dinero, botellas de vino o cualquier otro producto. Al paso de los jornaleros por las calles de la ciudad los vecinos salían a las puertas y les daban cualquier cosa como “aguinaldo”, así se fueron sumando cada vez mas jornaleros tanto del muelle como de otros negocios y gente de los diversos barrios como el popular barrio de “la Huaca”

 

Nace la tradición de “El viejo”

Mediante esta simpática protesta, que fue  sirviendo de presión, los empresarios, comerciantes y directivos de la aduana tenían cada fin de año que darle a sus jornaleros y trabajadores algún incentivo, llamado aguinaldo. Muchos empresarios se resistían a realizarlo, pero las personas se organizaban y se sumaban numerosos grupos a llevar el “escándalo” hasta que finalmente cedían;    año con año desde 1875 se llevaba a cabo esta protesta por las calles de la ciudad de Veracruz hasta que por la influencia caribeña que   tenemos los veracruzanos que nos encanta la bullanga y la fiesta, la protesta se transformó,   se comenzó a realizarse en forma pacífica, se fueron acoplando algunos versos y se musicalizó.

En las antiguas crónicas de los veracruzanos de “La Vieja Guardia” se habla que   el motivo por el cual se comenzó a usar la figura de un “Viejo” para esta tradición fue de que tomaron por ejemplo la imagen de un calendario importado que circuló en nuestra ciudad y en la que se veía a un anciano que representaba el “Año Viejo”, así mismo que se limito esta bullanga   solo al día 31 de diciembre, es decir al último día del año, los que sacaban esta protesta comenzaron a disfrazar a una persona como un   “Viejito” que con bastón y joroba bailaba al ritmo que le   tocaban mientras le cantaban:

“Una limosna para este pobre viejo….”

“Una limosna para este pobre viejo…”

“Que ha dejado hijos… que ha dejado hijos…

“Para el año nuevo…Para el año nuevo…”

“Este viejito ya quiere su veinte… este viejito ya quiere su veinte…”

“Porque a media noche… porque a media noche…”

“Se toma su aguardiente… se toma su aguardiente…”

“Ya se va el viejo muriéndose de risa… ya se va el viejo muriéndose de risa…”

“Porque a media noche… por que a media noche”

“Lo vuelven ceniza… lo vuelven ceniza”

 

 

El Viejo actual

En la década de los 80´s del siglo XX era muy común   que el día 31 de diciembre por la mañana se veían desfilar decenas de “Viejos” por toda la ciudad; por las calles del centro uno de los mejores “Viejos” lo sacaban los portuarios, los estibadores, carretilleros, etc.,   quienes alquilaban    conjuntos musicales   que a ritmo de son montuno hacían bailar a veracruzanos y turistas por el área de los portales, café de la Parroquia, malecón, parque Zamora, etc.

Hoy en día da gusto ver que esta tradición esta viva chamacos de todas las colonias, personas adultas y demás desfilan por todas las calles de la ciudad desde la mañana del último día del año, llevando el tradicional “Viejo” y a veces   acompañado de una “Vieja” e inclusive algún valiente por ahí se viste de tan solo con un pañalón, un babero y una mamila colgando del cuello simulando al “Año Nuevo” que le hace perfecta pareja al momento del baile. Llegando la tarde, se toma algún pantalón, camisa y zapatos usados y desgastados, se rellenan con periódico, aserrín o cualquier cosa que se pueda quemar y se arma un monigote al que se le pinta la cara, se le pone su sombrero y   su clásico puro, se le sienta en una silla recargado en la fachada de alguna casa, regularmente de la que organizó    “El Viejo” llegando la noche se le cuelga   a media calle y al dar las doce campanadas se le prende   fuego en medio de un gran jolgorio despidiendo así al año que termina.

Han transcurrido ya 137 años del inicio de estas celebraciones que comenzaron como una protesta, quizá Bovril –hoy olvidado- jamás se imagino que arraigaría en casi todo México una bonita tradición que  se usa para despedir al año viejo…”

 

 

Los nacimientos

Las navidades cristianas se perfilaron claramente a partir del siglo XIII cuando San Francisco de Asís impulsó y divulgó la adoración del nacimiento. Fe en 1223 cuando en Greccio del Valle del Rieti, en Italia, San Francisco pidió autorización al Papa Honorio III para montar una representación del nacimiento de Jesús. Con esta representación, en la que participaron personas y animales, se inició una costumbre que difundiría por toda Europa y que en México aún se conserva, enriquecida con elementos propios de nuestra cultura.