Número 18

5 de pobreza y sin horizonte laboral, acosada por las políticas neoliberales reinantes, el narcotráfico y la informalización de la economía. Los trabajadores rurales, ahora convertidos en masa de maniobra más allá de las tareas para las que fueron contratados, son movilizados para pro - bar su lealtad empresarial reproduciendo la retóri- ca y voluntad de sus empleadores a través de sus capataces, o líderes sindicales charros o de “con- fianza”. “ ¡ No nos importa el cianuro!”, escuchamos gritar el pasado día de San Valentín. Ese es el grito del hambre instrumentada. Es el grito del sustrato de abandono que complementa el sustrato aurífero que motiva la voracidad foránea. Y es un abandono que nos espejea. Nos preocupan, a propósito de la ya referida reu - nión informativa, los indicios sobre una masa de ma - niobra contratada al servicio de la minera, asumien - do la retórica empresarial y tratando de silenciar o boicotear -sin éxito ese día- reuniones informativas como las que venimos auspiciando, por lo que pre - venimos a las corrientes patrimonialistas, acadé - micas y otras interesadas en la defensa de nuestro patrimonio biocultural y del trabajo digno, sobre el peligro que representa la aparición de una masa de maniobra que llega a eventos en transporte financia - do, pretende copar la lista de oradores y dar su voto por un miserable jornal, una despensa, un favor. La mercenarización de la mano de obra es el preámbulo para el cultivo de grupos antidemocráticos y porriles al servicio del capital, núcleos de interés político o del crimen organizado. La lógica predatoria del capital minero transna - cional, afinada hoy por la modalidad de explotación a tajo abierto, merece ser repudiada por sus costos culturales, sociales y ambientales. Los argumentos científicos son inobjetables pese a la venalidad o ne - gligencia de autoridades de entidades estatales que han facilitado la operación de las mineras en todo el país y en América Latina. A los anteriores facto - res se suman los de carácter político, toda vez que la ciudadanía morelense debe ser consultada sobre decisiones que afectarán un espacio estratégico de su identidad cultural y de sus recursos naturales. Otro trabajo que presentamos en este número es el de Gilberto López y Rivas en torno al concepto de paramilitarismo aplicado al caso mexicano, una historia oculta de la represión de Estado por las vías ilegales-clandestinas. Reproducimos a su vez el Ma - nifiesto de las comunidades y rondas campesinas de Cañaris, Incawasi y Salas como pueblos originarios en defensa del agua y la vida. El número contiene tam - bién la segunda parte del detallado artículo de la ar - queóloga Hortensia de Vega sobre Oxtankah, ciudad Prehispánica en las Tierras Bajas del Área Maya, así como una interesante y original etnografía del gua - jolote, de Alfredo Paulo Maya, Edith Yesenia Peña y José Zaragoza Álvarez. Hay pues buen humo, blanco y asulfurado, en la azotea: Habemus En el Volcán 18

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