Número 3

31 Evo Morales culaciones necesarias para defender “el interés ge - neral” de “los pueblos de los pobres de la tierra” a que pertenecen. CUATRO. Combinan la capacidad de lucha armada, con la capacidad de negociación, y ambas con la firme decisión de negarse a las luchas mediatizadoras de quienes han dado muestras rei - teradas de traicionar su palabra y sus compromisos con ellos y con los trabajadores. QUINTO. Combinan su respeto a las distintas creencias e ideologías con el pensamiento crítico y con la creación de alternati - vas en que destacan las “Juntas de Buen Gobierno” y las asociaciones de los municipios autónomos, unidades mayores, llamadas “Caracoles”. Se trata de una experiencia de unión de las comunas y de cons - trucción del poder desde las comunidades y bajo su control…Hoy, los zapatistas, tras el intento de par - ticipar a nivel nacional fuera del sistema político en crisis, al ver que las inmensas masas que reunieron en las ciudades cuando lucharon para que los dere - chos de los pueblos indios fueran reconocidos, en la “Otra Campaña” que emprendieron a nivel nacional al tiempo de las elecciones presidenciales, aquellas inmensas masas que los apoyaban, no hicieron acto de presencia. Desde entonces parecen haberse con - sagrado a construir “Los caracoles” sin que pueda decirse cómo van a seguir la lucha a nivel nacional, continental y mundial. El tiempo apremia. Mucho más podríamos decir de Cuba y los zapatistas, y diremos mucho menos de lo que merecen Bolivia, Venezuela y otros países de América del Sur, cuyas aportaciones son también muy importantes en la historia mundial emergente. En cuanto a la lucha por la tierra, el gran movi - miento que llevó a Evo Morales a la Presidencia de Bolivia empezó con la defensa de las tierras y los te - rritorios, con la defensa del derecho a sembrar una planta llamada “coca”que forma parte de la dieta del pueblo, y con la defensa del agua y sus veneros. En esas luchas el actual presidente de Bolivia –socialista y amigo de Cuba- fue uno de los principales líderes. Las aportaciones del movimiento boliviano al nuevo proceso emancipador de pueblos y trabajadores po - bres son inmensas. Entre ellas destaca la vinculación de las luchas por la tierra con las luchas por el terri - torio y con las luchas por el Planeta Tierra. Reciente - mente realizaron en Cochabamba un Congreso que, a diferencia del de Copenhague, constituye la base para plantear no sólo las verdaderas causas y ame - nazas que el capitalismo entraña para la vida en la tierra, sino las soluciones necesarias en la transición al socialismo, que pasan por la organización de la “democracia comunitaria” para el “vivir bien”. Leo - nardo Boff ha hecho una buena definición de ambos en relación a las estructuras que vienen de las cultu - ras originarias de Indoamérica: “Estas – escribe - bus -

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