El 24 de febrero pasado se conmemoró el bicentenario de la firma del Plan de Iguala, que el coronel realista Agustín de Iturbide elaboró a partir de negociaciones epistolares con el jefe del movimiento insurgente, Vicente Guerrero, y que da origen a la integración del llamado Ejército de las Tres Garantías (independencia, religión y unidad), que finalmente pone fin a una guerra cruenta y prolongada de 11 años, y que es considerado como el documento que encauza la formación del Estado mexicano, años después, con el establecimiento de la República y la promulgación de la Constitución de 1824.
Precisamente, esta efeméride da lugar a una invitación del presidente de México a su homólogo de Argentina, Alberto Fernández, quien, en sesión solemne del Senado de la República, señaló que “hoy es el momento de alzar la voz para cambiar el mundo y las injusticias de un sistema que propicia la desigualdad”, y en referencia a la conmemoración del Plan de Iguala, destacó que los mexicanos “estarán recordando a esos hombres que fueron capaces de levantarse y darle la libertad a México, la independencia y la autonomía. Y tal vez ellos en aquel momento habrán dudado, como nosotros, en hacerlo, pero tuvieron el coraje y la valentía de hacerlo.”
El abrazo de Acatempan (fragmento). Oleo sobre tela de Jesús de la Helguera Espinoza.
Este anclaje histórico fue el contexto, en tierras guerrerenses, y frente a los dos presidentes, para que el antropólogo Diego Prieto, en encendido discurso, llamase a retomar lo que denominó “dos asignaturas pendientes de los procesos de independencia”: por una parte, la lucha por la unidad de las naciones latinoamericanas y, por la otra, la de la justicia social. Para ello, conminó a pensar en un “nuevo Plan de Iguala.” Esto es un nuevo pacto de unidad nacional, a partir de la recuperación de una idea prístina de Vicente Guerrero: “La patria es primero.”
Un análisis más puntilloso del Plan de Iguala, desde la mirada del pensamiento crítico, lleva a una interpretación alejada de la retórica del nacionalismo, los pactos entre clases y las buenas intenciones de los grupos gobernantes. Ante la imposibilidad de lograr la victoria militar de alguno de los bandos en conflicto, el popular y el realista, los sectores criollos de la clase dominante novohispana, representados por Iturbide, alentados por el cambio en la correlación de fuerzas dentro de la propia península metropolitana, consideran un proceso de independencia que se adecue a sus intereses de clase, reguardando la monarquía, la conciliación de clases y una supuesta igualdad de los “americanos”, y la protección a los fueros y propiedades de dos bastiones fundamentales del poder colonial, y, ahora, “nacional”: el clero y el ejército.
Vicente Ramón Guerrero Saldaña (fragmento). Pintor desconocido, 1850). Dominio Público.
En memoria del extraordinario museógrafo Iker Larrauri, recientemente fallecido, este número inicia con la inclusión del texto de Pedro Miguel Iker Larrauri y el hablar de las cosas, leído el 25 de octubre de 2006 en el auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología e Historia para celebrar sus primeros cincuenta años de trabajo.
A continuación, Mayán Cervantes, en una perspectiva amplia, se ocupa del hambre como una de las consecuencias del cambio climático, desde las concepciones y significados de la comida y su necesidad, las consecuencias que acarrea su carencia, la revisión de algunas de las hambrunas que se han dado en la historia, hasta las implicaciones del hambre en las sociedades comunitarias.
José Luis Mariño analiza el contexto de la covid-19 a un año de su irrupción, destacando trascendentes procesos en curso, soslayados sin embargo ante la dinámica que ha desatado la pandemia, y que denotan una profunda transformación económica, socioambiental y política que apunta al incremento del control tecnológico sobre las poblaciones y la pérdida progresiva de valores relacionales, derivando en una visión que, lejos de ser catastrofista, reclama atención.
A su vez, en una mirada retrospectiva, Martha Monzón Flores y Susana Gómez Serafín, en un análisis que contrasta el aporte de diversos autores y fuentes, abordan los movimientos de población de grupos chichimecas, centrándose en la época prehispánica final, que comprende los años 900 a 1521, en una presencia determinante que involucró a poblaciones que serían fundamentales para el desarrollo del centro de la región, incluido el Valle de México.
Víctor Villanueva, tomando por referencia las “siete tesis equivocadas sobre América Latina” que en 1965 planteara Rodolfo Stavenhagen y desde una perspectiva de análisis marxista, expone 18 tesis fallidas de lo que denomina el “sistema neohegeliano de izquierda” en la vida pública nacional desde el lopezobradorismo. En tanto, Lina Odena Güemes Herrera nos comparte la ponencia que presentara en el reciente congreso sindical de trabajadores académicos del INAH, con una reflexión sobre el momento actual de la institución, en particular respecto a su política laboral, comprendiéndola en el marco de una circularidad de un sistema, reflejo del soslayo de sus funciones sustantivas para el país, colocada en una condición subalterna que no corresponde en absoluto con su alcance y su trascendencia para nuestra nación mexicana y su población.
A su vez, Pablo Leal Vicencio, en un ejercicio que honra la relevancia de preguntar en esta vida y de no esperar respuestas prefabricadas, va de una interrogante inicial a otra final y en ese trayecto pasa revista somera al momento político del país. Así, entra al tema preguntándose ¿qué entiende el Presidente por neoliberalismo? para desembocar su reflexión en otra final: ¿qué entiende el Presidente de su propio gobierno?
Cerrando el número, en el número XII la Sección Ventana y Espejo, José Luis Mariño, en su texto “La tristeza de Martin S.” a partir de una reciente reflexión crítica del reconocido cineasta neoyorquino Martin Scorsese, expone la evolución de la industria cinematográfica y la descripción de sus implicaciones mercantiles y de avasallamiento ideológico, cercando el potencial creativo del Séptimo Arte hasta desfigurarlo, sin eludir sus implicaciones en el momento actual de ese proceso para México. En ese marco, Mariño aborda también lo que es hoy un oligopolio mediático tomando como referencia la empresa Walt Disney, con el Pato Donald figurando como su más emblemática figura actual.
Si bien no es nuestro propósito seguir la agenda de discusión que impone la clase política, la reflexión de Pablo Leal en torno a lo que entiende el Presidente como neoliberalismo es sugerente. Sin embargo, discutir a propósito de AMLO puede no resultar ya prioritario ni incluso productivo, en particular porque precisamente hay que debatir, poner en la luz, aquello que queda postergado con el debate en torno a la figura presidencial y sus peripecias.
Ahora que nos enteramos de que lo que conocíamos como el Cuarto Poder ya es parte del poder y no su contrapeso, se observa cómo ese Cuarto Poder elude los temas que en general lesionan a los grupos oligárquicos y evidencian la sinrazón del sistema, como la minería tóxica y los megaproyectos. Simplemente no pasan a ser discutidos, escrutados. Tampoco hemos notado que los oligarcas y sus medios, en intensa campaña, estén en contra de la militarización o el perdón a Cienfuegos. Ahí, curiosamente, no hay tema de oposición.
Por eso, como medio independiente, hemos de plantear en números temáticos asuntos cruciales que no están en la perspectiva de lo que el gobierno inserta como temas a discutir, o temas del interés de los medios dominantes o de la crítica política tradicional, temas tan esenciales como, por ejemplo, la normalización de la violencia, la administración de la violencia por parte del Estado como forma de control social y ‘el estado de guerra interna no civil’, desde Felipe Calderón Hinojosa hasta hoy día. Y no menos relevante: ¿Cómo se procura, concreta y expresa hoy una cultura y un quehacer democráticos? ¿Dónde está el pensamiento crítico determinante en la construcción de ciudadanía? Otro tema entre ellos, sin duda pertinente, es el de la oposición anticapitalista en México, cuando a nivel muy empírico podemos encontrar que diversas organizaciones inmersas en la primera línea de combate en defensa de los territorios no se asumen de izquierda, sino como resistencias anticapitalistas.
Finalmente, agradeciendo a nuestros lectores su interés y acompañamiento en esta iniciativa que con el año en curso llega ya a su décimo aniversario, adelantamos que el siguiente número de la revista, segundo del 2021 y ya en preparación, estará dedicado al tema En la ruta del colapso: América Latina ante la apropiación capitalista de los bienes comunes.