25, Septiembre de 2013

Editorial: La previsión

Los torrentes de agua y las nubosidades se toparon con un país sometido a un acecho múltiple; por ello dicen algunos que tal vez alguien llora por México. No necesitamos ese llanto. Dos tempestades simultáneas, como brazos de una pinza, estrujan y sacan a relucir la ya clásica falta de previsión gubernamental y no gubernamental que vivimos en este país; respecto a la (i)rresponsabilidad gubernamental, ninguna advertencia se hizo llegar, perfectamente pertinente y fundamentable, ni a campesinos ni a turistas; la atención estaba empeñada en cómo sacar a los profesores del zócalo, estaba empeñada en la pasarela castrense celebrando una independencia virtual, y estaba empeñada en la promoción de reformas desmanteladoras que bien pueden superar en capacidad destructiva a los desastres naturales.

 

Como suele suceder entre aquellos que no tienen derecho a tener derechos, los afectados por las lluvias torrenciales en la montaña de Guerrero no sólo se encuentran incomunicados, sino que han perdido sus cosechas de maíz para este año. ¿Acaso no contamos en este país con recursos de previsión y de atención de desastres más expeditos y eficientes? Depende de a quién se prevenga y de a quién se atienda, pues los desastres tienen un efecto diferencial de acuerdo con la condición social de los afectables.

Antes de esos torrentes, Nestora Salgado, gracias a su desempeño lidereando la iniciativa y puesta en práctica de la Policía Comunitaria en Olinalá y, eso sí, aplicando expedita eficacia, como suele suceder en maniobras efectistas, fue apresada y luego rápidamente enviada a una casa de seguridad oficial en Tepic por iniciativa del gobernador de Guerrero. De  ella se ocupa en este número un trabajo escrito por nuestra colega Rosa María Garza.

El artículo titulado “Los Condenados”, en una reflexión personal de Elisa Garduño en torno a las injusticias y la capacidad o incapacidad de respuesta frente a ellas.

Víctor Toledo, en un texto muy pertinente que nos ha permitido reproducir aquí, nos advierte sobre la amenaza que se cierne sobre nuestro país con respecto a las pretendidas privatizaciones del petróleo, el agua, el maíz, las playas, los minerales, la electricidad, el patrimonio cultural y la educación pública, y la necesidad de que la ciudadanía se aglutine y cree su propio poder a lo largo y ancho del territorio.

A cuarenta años del derrocamiento de Salvador Allende en Chile, La Cartonera, una editora independiente y radicada en Cuernavaca, comparte con nuestra revista el contenido de su más reciente libro en el que la periodista y militante social chilena, Gabriela Videla, rinde un homenaje al Presidente Allende y reconoce el papel del pueblo mexicano por su apoyo a los exiliados políticos llegados a nuestro país a raíz del golpe de estado de 1973.

Un acontecimiento reciente es el desalojo de los maestros de la CNTE del zócalo de la ciudad de México; a pesar de ello, los profesores mantienen aún su huelga como protesta a la reforma educativa inconsulta, decretada por el gobierno federal. Con la intención de escuchar de viva voz cuál es la razón de movimiento, el artículo de Paulina Candia Gajá pone a nuestro alcance el punto de vista de un maestro huelguista.

El artículo de Israel Lazcarro reflexiona acerca de la “moda” zombie  creada  y alentada recientemente por el cine hollywoodense, la cual reproduce en la actual sociedad consumista las antiguas concepciones respecto a los “otros”, y las actuales políticas exterminadoras.

Este número incluye además un texto alusivo a la creación de un frente de unidad nacional por el rescate de la nación, generado recientemente por un grupo amplio y diverso ante el programa actual de desmantelamiento y ocupación neocolonial. En síntesis, se trata de una convocatoria plural para defender el petróleo, los derechos del pueblo y la soberanía nacional.