039 - Septiembre - Octubre 2015

Editorial del suplemento: No a la Secretaría de Cultura

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Los integrantes del Consejo de Redacción hemos considerado pertinente publicar  un número extraordinario de nuestra revista, como suplemento del número 39, dedicado exclusivamente a compartir con los lectores materiales útiles para el análisis de la iniciativa de ley que propone la creación de una Secretaría de Cultura a nivel federal, propuesta por Enrique Peña Nieto el pasado martes 8 de septiembre[1].

La iniciativa de creación de dicha Secretaría, de graves implicaciones para la integridad del patrimonio cultural del país por diversas razones que se exponen en este suplemento y en el número 39 de En el Volcán Insurgente, forma parte de un proceso más amplio de las llamadas reformas estructurales, el cual ahora, con este en nuevo paso, atenta directamente el ámbito del patrimonio cultural, considerado como referente identitario y del bien común.

El secretario de Educación Pública aduce que con la referida entidad de nueva creación, “la cultura tendrá el lugar político que merece” y con ello, mayor será su fuerza y eficacia. Señala a su vez que otros países han generado secretarías o ministerios de cultura, ante lo que llama “el crecimiento de la responsabilidad educativa y cultural”[2].  La falacia aparece, sin embargo, cuando se analizan los alcances de la iniciativa, ya evidentes en su “fundamentación”, dirigidos, en efecto, a conferirle fuerza y eficacia, pero no a “la cultura”, sino a la pretensión de colocarla al arbitrio de intereses políticos y comerciales ajenos al interés supremo del patrimonio colectivo nacional, como se expone en los documentos que siguen y partiendo del escrutinio del  texto mismo de la iniciativa.

Algunos podrían pensar que la instauración de una Secretaría de Cultura implicará, como pretende publicitar el referido funcionario, dotar a “la cultura” de un estatuto de mayor relevancia para el Estado mexicano, y la referida iniciativa deja claro que es así, en efecto, pero “la cultura” a que se refiere el funcionario, y a la cual se pretende “secretariar”, es concebida en esencia como una mercancía, como algo que hay que usufructuar, lo que retrata a la clase política en su ínfima capacidad de comprensión respecto a la dimensión trascendente de la cultura.

Basta explorar lo que ha significado en diversos países de América Latina la instauración de ministerios de cultura, en una política impulsada por la Unesco y el Banco Mundial, medida que ha resultado controvertida y desafortunada. De ello es expresión, por ejemplo, la huelga general que se vive actualmente en Cusco, Perú, donde el acceso a uno de los más conocidos centros arqueológicos, Macchu Picchu, se encuentra concesionado a empresas extranjeras[3]. El común denominador es el mismo: eficientar el acceso a la cultura a los intereses privados[4].

Un elemento contextual a tomar en cuenta sobre la iniciativa presentada por Peña Nieto en el campo de la cultura, es el proceso de reestructuración institucional que se ha iniciado en el ámbito de las instituciones relacionadas con la diversidad biológica del país, íntimamente ligada al patrimonio cultural.

El desarrollo de todos los procesos civilizatorios en el mundo se ha basado en el conocimiento y manejo del entorno y de la realidad física y biológica de las colectividades humanas.  La indisoluble articulación entre esa realidad ecológica y la creación y recreación de las diversas culturas que enriquecen a nuestro planeta se expresa, por ejemplo, como ha sido documentado, en el despliegue de saberes y estrategias de conservación ambiental ahí donde las culturas originarias han podido sobrevivir[5]. México es una de las naciones del planeta consideradas como megadiversas,  gracias a la confluencia de una considerable diversidad tanto biológica como cultural en sus variados territorios.

Resulta por ello preocupante el proceso de reestructuración a que se encuentra sometida también la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), como ha sido ya difundido en diversos medios[6].  En ese marco, por ejemplo, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) anunció, el 20 de octubre pasado, el despido de 300 trabajadores, a pesar de la ingente tarea que supone para dicha entidad la protección de nuestra diversidad forestal[7].

Es difícil eludir la imagen de una política de Estado que ahora apunta a la reducción y vulneración de aquellas instancias gubernamentales encargadas precisamente de la protección del patrimonio biocultural del país, en un contexto en el cual los megaproyectos de afectación socioambiental, como son las minas a tajo abierto por metales, las presas generadoras de electricidad para esos planes, los trazos carreteros para comunicarlos y otros proyectos, inconsultos e impuestos al margen del conocimiento y de la voluntad de los pueblos y los ciudadanos, se valen de una legislación permisiva, acorde con el despojo resultante de un extractivismo radical.

Son justamente los organismos del Estado mexicano encargados de velar por la integridad de ese patrimonio biocultural, los que constituyen un obstáculo para los intereses del gran capital. Por un lado, y a pesar de sus contradicciones operativas, las zonas de reserva de la biosfera, las áreas naturales protegidas, las diversas medidas de protección de la flora y fauna y de los territorios donde se encuentran los bastiones de nuestra diversidad biológica, resultan tan contrarios a la política entreguista del país, como aquellos diversos elementos que sustentan la identidad de las culturas de México; como la conciencia histórica que nos recuerda el sentido  mismo de su existencia, y como la cultura misma entendida como algo más que una oportunidad comercial.

A esto se suma la ausencia de políticas públicas suficientes también en el campo sanitario: la integridad biocultural es a su vez un referente de salud pública de máxima prioridad, realidad profunda que otra entidad del Estado, la Secretaría de Salud, se encuentra muy lejos de reconocer, lo que explica su ausencia a diversos niveles en el marco regulatorio, tanto en el campo ambiental como cultural, a pesar de que la interrelación en estos dominios de la salud, el ambiente y la cultura constituye una realidad insoslayable.

Así, lo menos que podemos hacer es un llamado a la reflexión y la acción en torno a este renovado embate que se encuentra lejos de ser un artificio catastrofista, cuando media en ello un análisis objetivo de las evidencias. 

Llamamos a nuestros lectores a estar pendientes de este debate, ahora sometido a presiones de una agenda legislativa en la que se toman medidas tan aberrantes como la de disminuir el gravamen fiscal a los refrescos azucarados, en un país que los consume en demasía y con crecientes y ya muy elevados niveles de malnutrición y diabetes.

La desarticulación, velada o no, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, no es una mera pretensión ni un hecho aislado. Constituye una expresión, no nueva pero sí agudizada, de una política dirigida a vulnerar progresivamente el sentido y la viabilidad de las instituciones públicas dedicadas a la investigación en ciencias sociales y humanidades en su conjunto en el país.  Expresa la pretensión misma de subordinar a la investigación y a la vida académica a la lógica del usufructo del mercado y de separarla, aún más, del Pueblo, como depositante esencial de la soberanía nacional.

Es éste el momento de solicitar la solidaridad fraterna de investigadores e instituciones del país, y de los gremios y colegios profesionales (por ejemplo, el Colegio de Etnólogos y Antropólogos de México A. C.), con quienes nos encontramos ligados por razones que van más allá de la búsqueda de oportunidades para medrar política y comercialmente, a partir de las diversas manifestaciones de la cultura.

En suma, este Consejo Editorial se pronuncia totalmente en contra del establecimiento de una secretaría de cultura, que en realidad constituiría una aumentada burocracia tecnocrática y costosa, sin arraigo en la defensa del patrimonio y la identidad nacionales y ajena a las labores sustantivas de educación, difusión e investigación inherentes al Instituto Nacional de Antropología e Historia, vulnerando además, en particular, su vocación social, premisa fundadora del Instituto, manifiesta a través de sus museos y sitios arqueológicos y de su compromiso con los pueblos originarios y con los problemas nacionales.



[1]  “Iniciativa del Ejecutivo Federal con proyecto de decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, así como de otras disposiciones para crear la Secretaría de Cultura”, Gaceta Parlamentaria, año XVIII, núm. 4358-8, 2015.

[2]  Garduño, Roberto y Enrique Méndez, “La cultura tendrá el lugar político que merece”, Diario La Jornada, jueves 22 de octubre de 2015, pág. 13.

[3] Véase “http://www.connuestroperu.com/economia/19347-chilenos-duenos-de-machu-picchu-sigue-la-grave-situacion-de-ver-machu-picchu-nuestro-mas-representativo-monumento-de-los-incas-en-manos-del-enemigo-chileno-como-si-hubiesen-ganado-otra-guerra-los-chilenos-hacen-lo-que-quieren-en-nuestro-pais-ahora”

[4] “En paro, la zona arqueológica de Cusco. Pobladores y autoridades protestan contra norma que permite dar concesión a privados”, Diario La Jornada, 22 de octubre de 2015, pág. 7a.

[5]  Boege, Eckart (2008), El patrimonio biocultural de los pueblos indígenas de México. Hacia la conservación in situ de la biodiversidad y agrodiversidad en los territorios indígenas, México: INAH y Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas.

[6]  Encinas, Alejandro, “Ecocidio en Semarnat”, Diario El Universal, 20 de octubre de 2015, véase: http://www.eluniversal.com.mx/entrada-de-opinion/articulo/alejandro-encinas/nacion/2015/10/20/ecocidio-en-semarnat#.ViZYg8UhpHc.facebook

[7]  Enciso, Angélica, “Anuncia la Conafor cambios en su estructura”, Diario La Jornada, 21 de octubre de 2015, pág. 18.

La verdadera embajada: reflexiones en torno a una marcha

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En la actualidad, la analogía entre la guerra y la construcción del estado, por un lado,
y el crimen organizado, por otro, se está convirtiendo en una trágica tendencia
Charles Tilly

Los peatones y conductores, hasta los perros elegantes, miran, casi todos con cierto azoro, la marcha de cientos de personas que van por varias avenidas parisinas lanzando consignas a un año de la forzada desaparición de los 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa. 

Una banda de metales, Les fanfares, presente a menudo en manifestaciones públicas[1], acompaña al contingente: los saxofones, trombones, trompetas, tubas, el clarinete, la caja de percusión van dejando en el aire, entre reclamos y exigencias que no cesan, las notas de Bela Ciao, del himno de la unidad popular chilena y de muchos otros cantos de lucha.


Les Fanfares en la Fuente de los Inocentes

Aparece en la marcha la figura de un iceberg: en su punta visible los 43 alumnos, luego los más de 26,271 oficialmente desaparecidos, y en su base, 80,000 muertos.  A la indignación en marcha, se suma la vergüenza.

 

La pasarela

¿Amerita eso una marcha militar, y para vanagloria de quién o de qué?

¿Por qué no marchar esa tarde de domingo en París en homenaje a la vitalidad de la democracia mexicana, en homenaje a la integridad de un gobierno elegido libremente?  Pues porque no estamos para fantasías.


De su iceberg no quieren ver ni la punta


Ayotzinapa: un año de impunidad

Ya para eso marcharon una centena y media de cadetes mexicanos el pasado 14 de julio en París, pero ni los uniformes ni la coreografía castrense pudieron ocultar lo que con todo ese adorno se pretendía. No lucieron nuestros soldados en los Campos Elíseos sus retenes, ni sus torturados, ni sus cadáveres, ni sus vejaciones, ni sus abusos; pero todo ello persista, imborrable, indeleble.

Ese mismo 14 de julio, las fuentes de París se tiñeron de rojo, en categórica coherencia cromática, recordando la sangre de miles de mexicanos cuyas vidas han sido cercenadas por la indiferencia, ausentes en la planificación de un Estado que los excluye desde antes de nacer.

La activa presencia del Colectivo París Ayotzinapa y de otras agrupaciones[2] ha sido determinante en estas manifestaciones, con volantes presentando a Enrique Peña Nieto con la mano derecha ensangrentada y bajo el título de “¡Vergüenza! por la visita del presidente de México”, señalando al gobierno francés como cómplice del encubrimiento.


El costoso juego de los símbolos prostituídos: la bandera mexicana en la avenida de los Campos Elíseos


Fuente parisina el día de la visita presidencial de Peña Nieto

http://www.masde131.com/2015/07/la-visita-de-epnpersonanongrata-a-francia-vista-desde-abajo-parte-i/

Los 149 cadetes y 5 oficiales mexicanos llevados a las tierras del emperador Napoleón III  se toparon con la tierra del escritor Víctor Hugo. Así, el burdo empeño por tapar con marcialidades de pacotilla el indigno papel que el ejército jugó la noche del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, la tarde del 30 de junio anterior en Tlatlaya, la tarde de un 10 de junio en el casco de Santo Tomás, la tarde de un 2 de octubre en Tlaltelolco y tantas otras tardes, mañanas y noches más, quedó en eso, en un burdo empeño cosmético que la misma prensa francesa denunció con agudeza.

Frédéric Saliba escribió ese día en Le Monde un artículo bajo el título de “El embarazoso desfile del ejército mexicano en los Campos Elíseos” donde exponía el papel del ejército en Tlatlaya y Ayotzinapa contrastado con su presencia en París y citaba las afirmaciones de la presidenta de Aministía Internacional en Francia, Geneviève Garrigos: “las desapariciones forzadas, la tortura y las detenciones arbitrarias constituyen prácticas generalizadas entre las fuerzas de seguridad y las polícías mexicanas”.

El asunto no mejoró recordando el peculiar escape previo del Chapo del 11 de julio, mientras viajaba a Francia la numerosa comitiva mexicana, inspirando al caricaturista belga Nicolás Vadot, también del diario Le Monde,  para publicar el 16 de julio una viñeta donde, como gesto de despedida antes de entrar a su túnel, del empresario de mota, coca y goma que ha diversificado sus inversiones emerge el dedo medio de su mano. Y los símbolos siguen su marcha: el escudo nacional se reduce a una tapadera… dejada de lado junto al sombrero, las jeringas y la cadena rota del preso.

Al respecto, la página electrónica del colectivo “Cartooning for peace” en el diario Le Monde (http://www.cartooningforpeace.org/), donde colabora el autor de la caricatura anuncia:

“¡Adiós amigos! La evasión rocambolesca del narco El Chapo. Sábado 11 de julio, el más célebre de los barones mexicanos de la droga, El Chapo, se evadió de una prisión de alta seguridad por un túnel high tech, hecho a más de 10 metros de profundidad, equipado con electricidad, ventilación…  ¡una patada en la nariz al presidente mexicano en visita presidencial en Francia!”

(http://cartooningforpeace.blog.lemonde.fr/2015/07/16/vadot-6/)


Dos filas en una sola

 

La marcha

Sin embargo, esta manifestación del 26 de septiembre en exigencia de que aparezcan los 43 estudiantes desaparecidos, muy, muy lejos de la ridícula pasarela oficial del 14 de julio, es a su vez una marcha en homenaje a la esperanza que no ha sido humillada y que se manifiesta cuando un joven campesino decide dedicar su vida a la enseñanza primaria en su pueblo; es una marcha para reivindicar lo que los 43 y tantos otros representan de esperanza para todos los mexicanos; es una marcha recordando el extraordinario proceso civilizatorio que hemos heredado de los pueblos originarios en América Latina junto con su poderosa cultura de comunalidad, es una marcha en homenaje al ejercicio pleno de la ciudadanía al que aspiramos y al cual pretendemos contribuir.

La marcha exigiendo en París la aparición de los futuros profesores rurales salió de una fuente, la de los inocentes y llegará esa tarde de sábado a una glorieta, la de las victorias, porque de ahí a la embajada de México la policía no permite más el paso. 


La Fuente de los Inocentes


Bandera parchada

Sin embargo, ¿cómo se puede llegar de una fuente de los inocentes a una glorieta de las victorias?  No es cierto que deambulando por varias avenidas en la capital francesa, como se pretende en los mapas. Como tampoco se llega de las tinieblas a la luz siguiendo la ruta de la ingenuidad. Sólo es posible ese tránsito al paso de la indignación, y sólo cuando ella se transforma en compromiso cotidiano.

Las 43 figuras de cartón en contorno llevan pegada la cara de cada uno de ellos; la bandera mexicana actualizada que vemos en las marchas de México, que ya no es tricolor, también forma parte del contingente, que grita en español y en francés ¡“Vivos se los llevaron, vivos los queremos”!

No dejaron pasar la marcha, la atajaron para que no llegara a la embajada de México en París. En realidad los policías parisinos no se habían dado cuenta que la representación de nuestra patria estaba en esa marcha, en ese lugar, en ese momento: dejando patente que los burócratas no nos representan: representan a un gobierno que ha hecho de la impunidad y la corrupción su esencia. Y ni la impunidad ni la corrupción son la esencia de nuestro país.

Así que ahí, esa tarde, la embajada de México en París se instaló en la glorieta de las victorias. No en el edificio oficial que representa al gobierno espurio, que el sábado vespertino estaba tan vacío de México como el resto de la semana, sino el México presente en el corazón de los asistentes: no en las versiones cosméticas de la mentira sistemática que por encargo los embajadores del régimen vierten por todo el mundo, minando su propia honorabilidad, como parte de ese “cuerpo diplomático” nutrido ahora precisamente con la figura de Murillo Karam, quien como sabemos vomitó en público aquello de la “verdad histórica” en la versión oficial del crimen para encubrimiento de la delictuosa asociación entre poderes.


Plaza de las Victorias


Otra bandera actualizada

Y es que el “crimen organizado” está mucho más articulado de lo que se le quiere reconocer. Esa organización cuenta con instancias y personeros por todo el país: componen ese sistema, más por comisión que por omisión gobernadores, diputados estatales y federales, senadores, jueces, “autoridades”  electorales; lo componen medios funcionales de comunicación: periódicos, revistas y en particular canales de radio y televisión, así como partidos políticos, cúpulas eclesiásticas, confederaciones patronales, sindicatos convenientes, mandos policiacos y militares.


Banderas acá y allá, de diferentes planetas


La verdadera embajada

No es por cierto un aparato desdeñable. Ese es el crimen organizado; no sólo se articula con quienes trafican a gran escala con drogas y los abarca y encubre: también comprende a quienes participan en la diversificación de sus inversiones. Es, en efecto, una estructura criminal muy organizada.

La descarada entrega del país y de sus recursos, las medidas contra la propiedad comunal y nacional en tierras, aguas y subsuelo, la mascarada de una protección ambiental discursiva, la mercantilización del patrimonio cultural, la exportación programada de excluidos, el mantenimiento a ultranza de mano de obra barata, la privatización de la educación, el desmantelamiento de la salud pública, todo ello presidido por la adecuación del aparato jurídico en todos los frentes, hacen posible este estado de cosas, no sin pasar, por supuesto, por la venia tácita de los contingentes de subciudadanos que permitimos esta degradación, de académicos y profesionistas preocupados en exclusiva por su trayectoria personal, a menudo ajena e inclusive contrapuesta con los caminos, el sentido y la sobrevivencia misma de la población.


Embajadores y cónsules


Una voz por 43

No hallamos a los jóvenes normalistas aunque se encuentren en nuestro corazón. Necesitamos encontrarnos primero para hallar una salida a esta pesadilla. Y no: aun llegando a la glorieta de las victorias no hemos llegado aún a la victoria de la vida, en tantos casos vulnerada. Hay mucho por definir y organizar en una larga marcha, cuyas pancartas y consignas ni se leen ni se escuchan aunque se griten, porque se expresan en el proceder de cada día. Porque hay un emplazamiento clave que nos confronta, con su ausencia-presencia, cada desaparecido y cada asesinado: ¿qué hacer con nuestra indignación?

 

Referencias y fuentes

  • Ackerman, John (2015) “México: la transición pendiente. Déficit democrático y organizaciones sociales”, Nueva Sociedad, 256, marzo-abril de 2015, http://nuso.org/media/articles/downloads/4100_1.pdf
  •  Anónimo, “LA VISITA DE #EPNPERSONANONGRATA A FRANCIA VISTA DESDE ABAJO. PARTE I” Mas de 131.com, 26 de julio de 2015, http://www.masde131.com/2015/07/la-visita-de-epnpersonanongrata-a-francia-vista-desde-abajo-parte-i/
  • Saliba, Frédéric, “14-Juilliet: L’embarrassante parade de l’armée mexicaine sur les Champs-Elysées”, Diario Le Monde, 14 de julio de 2015, http://www.lemonde.fr/ameriques/article/2015/07/11/la-drole-de-parade-parisienne-des-cadets-de-l-armee-mexicaine_4679451_3222.html#vH4LZZ6WjmPRczAP.99
  • Tilly, Charles, “Guerra y construcción del Estado como crimen organizado”, Revista Académica de Relaciones Internacionales, Núm. 5, Noviembre de 2006, UAM-AEDRI, http://relacionesinternacionales.info/ojs/article/download/52/45.pdf (reimpresión del original “War Making and State Making as Organized Crime”, aparecido  en P, Evans, D. Rueschemeyer y T. Skocpol (eds), Bringing the State Back, Cambridge University Press, Cambridge, 1985.


[1]      Véase por ejemplo: https://www.youtube.com/watch?v=EUapdlyRDQM

[2]      Consúltense por ejemplo: https://www.facebook.com/collectifparisayotzinapa http://mexico.indymedia.org/spip.php?article3715  http://www.somosmass99.com.mx/en-el-otro-14-de-julio-los-normalistas-son-invitados-de-honor/

Diez razones para no crear la Secretaría de Cultura Federal

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  1. Porque Enrique Peña Nieto olvida su compromiso de no crear más Secretarías de Estado durante su sexenio debido a los suntuosos gastos que esto implica.
  2. Porque dentro de un plan de austeridad presupuestal, es incoherente crear una Secretaría de Cultura Federal que, en principio, no cuenta con una Ley General de Cultura, lo cual implica que operará con funciones y atribuciones no demandadas por la sociedad, por una burocracia enquistada en los puestos gubernamentales.
  3. Porque terminaría aniquilando al máximo -por la ilegal vía burocrática- el histórico Sistema Educativo Nacional que plantea la formación integral de los alumnos a través de la combinación, en la educación formal, de las disciplinas científicas y técnicas con las  cívico histórico y artístico estéticas, objeto, entre otras tantas dependencias, de la Secretaria de Educación Pública a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
  4. Porque destruirría el carácter educativo  de los museos arqueológicos, históricos, pinacotecas, galerías, teatros, auditorios de la SEP-INAH-INBAL y desvinculará al máximo los programas de Fomento a la Lectura, de la Red de Bibliotecas Públicas, de Radio Educación y otras instituciones educativas, que privilegian en sus trabajos la valoración y revaloración de temas cívico-históricos y artístico-estéticos nacionales, regionales y locales como parte necesaria del mantenimiento y enriquecimiento de las identidades de los mexicanos.
  5. Porque desestructuraría y fragmentaría las labores sustantivas del INAH y el INBAL, que son las que dan sustento científico a la investigación, conservación, protección, difusión y docencia de los temas cívico-históricos y estético-artísticos, a través de sus distintas manifestaciones y expresiones.
  6. Porque serviría para privatizar la operación y el manejo de los acervos y colecciones de todos los museos nacionales, regionales y de sitio vinculados con lo antropológico –incluido lo arqueológico-, artístico e histórico, así como para ceder las zonas arqueológicas a empresas privadas, ya sea para su desaparición a favor de intereses de magaproyectos impuestos, sean mineros, hidroeléctricos o de otro tipo, o para producir telenovelas y conciertos, donde estos sitios arqueológicos pasarían a ser utilizados como simples escenografías de sus espectáculos.
  7. Porque la máxima propuesta de Enrique Peña Nieto, cuando era gobernador del Estado de México, fue llenar de coloridos foquitos las pirámides de El Sol y La Luna de la Zona Arqueológica de Teotihuacán, pese al grave atentado que esa acción representaba para preservar el sitio.
  8. Porque a Enrique Peña Nieto no le preocupa mejorar el Sistema Educativo Nacional; sólo mantiene obediencia hacia las instituciones neoliberales que exigen desestructurar el histórico Sistema Educativo Nacional y convertir los bienes nacionales arqueológicos, bioculturales, históricos y artísticos en un recurso económico a explotar intensivamente, como lo establece su misma Iniciativa de Ley de creación de la Secretaría de Cultura.
  9. Porque en la introducción de la Iniciativa de creación de dicha Secretaría no se demuestra la preocupación de esta administración federal sobre lo que llaman “Fomento y Promoción de la Cultura”. Sólo se limita a emitir un discurso hueco con supuestas buenas intenciones que ya todos los mexicanos sabemos que solo son palabrerías.
  10. Le preguntamos al Ejecutivo Federal y a toda la sociedad mexicana ¿Por qué si se preocupa tanto el gobierno por el mantenimiento de la diversidad cultural, los Yaquis, Choles, Tzotziles, Wirarikas, Purépechas, Tzeltales, Totonacos, Nahuas, Mames, Nahuas, Ñañú, Kiliwuas, Opatas, Na savi, Zapotecos, Triquis, Mixes, Chatinos, Chinantecos, Huaves, Mazatecos, Amuzgos, Zoques, Chontales, Cuicatecos, Ixcatecos, Chocholtecos, Tacuates, Mayas, Amuzgos, Mepha’a, Cocas entre otros muchos, mantienen una férrea lucha por el derecho a sus tierras, territorios y aguas, que son el sustento mismo de su vida digna y el único mantenimiento real para la preservación y enriquecimiento de sus identidades culturales?

Si coincides con nuestra postura, manifiesta tu oposición a la creación de la Secretaría de Cultura Federal.

Desplegado: No a la creación de la Secretaría de Cultura

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Convocatorias: V Congreso Nacional de Medicina Social y Salud Colectiva

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