AL C. CUAUHTÉMOC BLANCO, GOBERNADOR DEL ESTADO DE MORELOS
AL C. ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, PRESIDENTE ELECTO DE LA REPÚBLICA
Sabemos en que en los próximos meses la minera canadiense Alamos Gold presentará nuevamente su Manifestación de Impacto Ambiental, y para ello, está reactivando su presencia en la comunidad de Tetlama, municipio de Temixco, a fin de renovar ahí su supuesta “licencia social”, es decir, obtener la conformidad de sus pobladores a través de la ejecución de proyectos tales como:
Un “Banco de Alimentos” ofreciendo despensas de $200 pesos en $20 pesos.
Ofrecer consulta médica gratuita.
Renovar a partir de diciembre de 2018 el contrato a cerca de 60 comuneros y ejidatarios como trabajadores de una subsidiaria de la empresa Alamos Gold: la “Compañía Minera Miacatlán”.
Además pretende, disfrazándose de verde, obtener el estatuto de “Empresa sustentable”, mediante el desarrollo de un vivero con el cual, a manera de una “curita”, de un parche distractor, pretende hacer creer que con ello cumple con supuestas labores de “remediación”, lo que ya de por sí denota el daño que saben generar estas empresas con ese tipo de minería, aunque lo oculten, porque remedio alguno no tiene en absoluto.
La empresa pretende proseguir con su proyecto de establecer minas de tajo abierto en el territorio morelense, porque cuenta con siete concesiones otorgadas en complicidad por el gobierno federal sin aviso, consulta ni consentimiento de los pueblos. Estas concesiones tienen una duración de 50 años, pueden durar hasta cien años y se encuentran ubicadas en cuatro municipios del estado, con una extensión que rebasa las 15,000 hectáreas.
La grave amenaza no es sólo para los pobladores de Tetlama. La empresa insiste en imponer esta iniciativa de saqueo a pesar de la oposición de pobladores de toda la región afectable, que cuenta con más de 200,000 habitantes en su radio inmediato de impacto, y a pesar de toda la cauda de efectos múltiples, negativos e irreversibles que ello implica. La empresa ofrece empleo y desarrollo, pero un empleo precario y de corta duración, y un “desarrollo” ficticio: el desarrollo de la desesperanza y la muerte. Los empresarios y sus empleados ocultan los daños ambientales y sociales que ya han iniciado desde hace años, incluida la tensión social generada en Tetlama y en toda la región, así como los daños, enfermedades y muertes resultantes de lo que quiere imponer, porque ellos despojan y se van, no tienen otra patria y otra bandera que no sea el dinero.
A la empresa le estorba la vida y los habitantes de las tierras que pretende explotar, y para consumar el despojo disfrazándose de lo que no es, ofrece ahora consulta médica, despensas a bajo precio y un vivero en esa comunidad, aprovechando las condiciones de marginación de los pueblos, en el más puro estilo colonial de regalar espejitos a cambio del control de las tierras y pueblos que intenta degradar, afectando su potencial agrícola para siempre, contaminando el aire y el agua, y condenando a las poblaciones para siempre al perjuicio de su salud, de sus campos, de su futuro. Esto no es un cuento: basta ir a donde se encuentran este tipo de minas operando ya en México, para comprender lo que viene si no nos ponemos de pie en defensa de la vida y de nuestro territorio.
Por ello, el Movimiento Morelense contra las Concesiones de Minería a Tajo Abierto por Metales hace un firme llamado al actual gobernador del estado de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, para que en coherencia con sus promesas de campaña y en atención al bienestar de los morelenses y a la integridad de nuestro territorio en el estado, se oponga con hechos, categóricamente, a las iniciativas de minería a tajo abierto por metales en todo el estado, se comprometa con la defensa de nuestro territorio, con los trabajos de ordenamiento ecológico en todo Morelos, con campañas de información y organización, con acuerdos a nivel legislativo y otras medidas concretas, movilizando a todas las dependencias de gobierno estatal, incluyendo entre ellas a la Secretaría de Desarrollo Sustentable, a la Secretaría de Salud, a la Secretaría de Desarrollo Social, a las diversas instancias de seguridad, desarrollo agropecuario, educación, en una defensa integral que reconozca la voz y la experiencia de los pueblos que hoy se encuentran en amenaza.
Nosotros como Movimiento no contamos con recursos económicos para comprar la voluntad de gobernantes y funcionarios. Contamos con nuestro amor a la vida y con nuestra dignidad. Este compromiso de defensa es un reclamo para todo el territorio y contra todas las amenazas ya existentes en Morelos, incluida, entre otras, la de la planta termoeléctrica que se pretende imponer en la comunidad de Huexca, a pesar de la oposición de los campesinos de toda la región y de las abundantes evidencias ya disponibles sobre sus efectos nocivos a diverso nivel, empezando por el agropecuario.
Este es el momento de concretar el compromiso ofrecido a la ciudadanía y demostrar con hechos que nuestros gobernantes no están en venta. El único equipo de futbol que vale en este momento se llama Morelos; invitamos al gobernador del estado a demostrar su compromiso en un partido que hoy se juega a favor o se juega en contra de sus habitantes. Las comunidades demandan recursos para concretar sus propios proyectos productivos y su propio futuro. En cambio, lejos de su discurso, los megaproyectos extractivistas despojan y se van dejando los territorios afectados para siempre.
El ánimo de lucro de la empresa y sus estrategias de imposición a toda costa no deben distorsionar ni definir las políticas públicas. El bien supremo es el bienestar de la población y la defensa del territorio y la vida. Llamamos al gobierno de Morelos a estar al lado de los pueblos a que se debe y a participaren la defensa del territorio.
¡NO A LA MINERÍA A TAJO ABIERTO POR METALES EN MORELOS!
¡NO A LOS MEGAPROYECTOS DE MUERTE Y EXPLOTACIÓN EN EL ESTADO!
¡SÍ A LA VIDA Y A LA INTEGRIDAD DE NUESTRO TERRITORIO!